Bomberos ha acudido en la última semana todos los días a las proximidades de la barriada del Príncipe, concretamente a la zona del conocido ya como vertedero de
Arcos Quebrados, donde las quemas no son casuales, sino una constante. En los últimos siete días, el Servicio de Extinción de Incendios (SEIS) ha realizado como mínimo siete salidas por
incendios en este punto. Aunque realmente han sido más porque "habido días en los que hemos ido hasta cuatro veces". Bien sea por neumáticos o basura... las quemas descontroladas han continuado. "Chatarra, trozos de coche, chapas, ruedas y basura" en un habitual punto tan conocido para los profesionales de Bomberos. El pasado miércoles, 1 de marzo, de madrugada fueron
montones de neumáticos los que tuvo que apagar el SEIS, pero poco después, sobre el mediodía, los bomberos también se activaron ante otra alerta por fuego en la zona.
Ya el pasado
jueves, día 2, 24 horas después, Bomberos tuvo que utilizar hasta 15.000 litros de agua para sofocar otro fuego de neumáticos, chatarra y basura, pero sobre el medio día tuvieron que volver a acudir. Pero sin duda
el peor día fue el pasado viernes, 3 de marzo, cuando el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento de Ceuta (SEIS) tuvo que salir urgentemente hasta cuatro veces a Arcos Quebrados, tres por la mañana y una por la tarde-noche. Arcos Quebrados volvió a requerir de los servicios de Bomberos el pasado sábado y también este domingo "a la hora habitual entre las 20.00 y las 22.00 horas". En esta ocasión, el domingo día 5, los efectivos descargaron solamente unos 700 litros de agua para sofocar las llamas porque "no eran de mucha gravedad". La intervención, en la que actuaron cinco efectivos y dos vehículos, se prolongó de 20.50 a 21.20 horas aproximadamente.
Miles y miles de litros de agua que no son suficientes para sofocar las ganas de los que prenden fuego al interminable vertedero de Arcos Quebrados. Kilos y kilos de basura incendiados que parecen no tener fin pese a los esfuerzos de Bomberos y de los operarios de la Ciudad por limpiarlo en incontables ocasiones.