Se ha convertido ya en el pan nuestro de cada día. O más bien en el choteo diario al que tiene que enfrentarse el Cuerpo de Bomberos. Tarajal y Arcos Quebrados se han convertido en auténticos puntos negros en donde determinados individuos se dedican a provocar incendios con un único objetivo: forzar a la visita diaria de los agentes y, si se tercia, intentar apedrearlos. Y en ocasiones hasta lograrlo.
El día de ayer fue digno de enmarque por la cantidad de veces que los autores de las quemas provocaron salidas del SEIS. Ya la madrugada prometía: con la quema de matorrales cerca de la ITV. Después le siguieron los contenedores, esta vez en Arcos Quebrados. Ya a las 14.00 horas se producía el incendio más importante, en esta misma zona, en donde se quemó una extensión de entre 5 y 6 metros de matorrales, con el peligro derivado de la cercanía de viviendas y de vehículos.
La tarde se completaba con la quema de más contenedores, siempre en el mismo punto. ¿A qué se deben estas quemas y quiénes están detrás? Los Bomberos tienen clara la primera de las respuestas: los autores buscan emboscadas o, sencillamente, fomentar algo que se ha convertido ya en diversión, aunque sea temeraria. Que los servicios estén llamados a sofocar las llamas de los mismos puntos negros de siempre provoca que se esté retirando la posibilidad de atener otro frente potencial.
A esto se añade otro dato: cada vez que los Bomberos acuden a estos puntos se activa el protocolo de seguridad y la Policía Nacional debe enviar un coche patrulla, como mínimo, para servir de escolta a los agentes. ¿Consecuencia? Se retira un vehículo de la calle para garantizar que los Bomberos no resultan agredidos en sus labores de control de quemas provocadas.¿Una manera de chotear a los agentes o una forma de desviar la atención de la seguridad? Pueden ser las dos cosas, algo que no descartan fuentes policiales.
Los Bomberos denuncian esta situación e instan a la adopción de sistemas de localización de llamadas. El 112 ya está trabajando en el reconocimiento de las llamadas a través de sistemas de detección de móviles.