Cuando faltaba algo más de una hora todavía para el toque de queda, quedando personas transitando por las calles de Ceuta, el equipo de Bomberos ha recibido un nuevo aviso por una incidencia que podía haber sido de cuantiosa gravedad. En esta ocasión se ha tratado de la caída de buena parte de una marquesina al suelo de la avenida Teniente Coronel Gautier, en Hadú, al lado del comercio de ‘Lily’. Todo terminó, afortunadamente, sin más incidencias. Los miembros del SEIS se desplazaron al lugar tras haber recibido la llamada, en torno a las 20:45 horas. Finalmente, tardaron poco más de quince minutos en resolver la incidencia y acomodar la zona para que cualquier transeúnte que pasase por allí estuviese fuera de peligro.
A las 21:00 horas el SEIS ya habían actuado en esta zona de Hadú y pudieron volver, finalmente, al parque de Bomberos. Los cascotes en cuestión que habían caído y provocado, con ello, la alerta ciudadana se ubicaba cerca de uno de los establecimientos de ‘Lily', popular en esta barriada, ubicado frente a la comandancia de la Guardia Civil. Se ha desplomado la marquesina que estaba en muy mal estado y sorprendió a algunos transeúntes sin que, al menos se haya informado, hubiera heridos.
Como es habitual, acudieron con acompañamiento policial para apoyar así al SEIS, algo que resulta muy común en prácticamente todos los desplazamientos de Bomberos como medida de prevención ante cualquier tipo de peligro o incidente, así como para colaborar en las labores desarrolladas.
Los transeúntes que paseaban por la zona no sufrieron ningún daño y, afortunadamente, todo lo ocurrido ha quedado en sin más consecuencias. Sin embargo, los daños que podría haber ocasionado de haber caído los cascotes sobre cualquier ciudadano que pasase por el lugar podrían haber sido bastante más graves.
Tras la caída de los cascotes junto a 'Lily' y hasta la llegada de los Bomberos, en la acera contigua al establecimiento eran visibles los escombros del destrozo. Para volver a despejar la zona, los efectivos del SEIS volvieron a despejar todas las piezas caídas en el lugar. Todo ocurrió sin percance alguno y una vez los miembros del Cuerpo de Bomberos lograron acomodar el espacio, la posibilidad de dañarse quedó prácticamente desaparecida.