Bollit difunde, con su “puzle”, la “universalidad” de San Antonio

El responsable en funciones del Consejo incluyó en su obra interesantes anécdotas del Santo

San Antonio es universal. Es el concepto con el que salieron ayer de la Ermita del Monte Hacho los fieles devotos del santo tras escuchar el pregón de Jesús Bollit. Y es que el presidente de la Comisión Gestora del Consejo de Hermandades y Cofradías de Ceuta difundió su universalidad en un pregón cargado de detalles que permitieron a los asistentes conocer más a uno de los santos más populares y venerados de la ciudad autónoma.
Bollit comenzó el pregón con una oración que lee todos los días y que se le atribuye a San Francisco de Asís, para después dedicar unas emocionadas palabras a su esposa y sus hijos. El pregonero tildó su trabajo de “puzle” o “mural” ya que se trataba de una amalgama de detalles, milagros del santo y anécdotas de su vida.
El pregonero dijo que cuando se puso a pensar cómo haría el pregón después de que el hermano mayor, Carlos Orozco, se lo propusiera, descartó hacerlo en prosa poética como el “magnífico” pregón que antes pronunciara Miguel Ángel Villodres, y también reivindicativo, como un “desafortunado pregón” que se realizó hace pocos años en la Ermita. Finalmente eligió hacerlo de manera que le diera la oportunidad de profundizar en el conocimiento de la vida del Santo.
Bollit dijo que a San Antonio siempre se le ha visto como un santo de ámbito local, pero que, sin embargo, es “el Santo de todo el mundo, uno de los más venerados y más milagrosos”. En concreto, él y su familia conocieron su “universalidad” en viajes a la península. En este mismo país, en una ermita donde cada año celebran un triduo en su honor y el 13 de junio es uno de los días más señalados incluso llevándose a cabo una procesión. Meses después, en Lisboa, visitaron la cripta donde nació el Santo.
Bollit también explicó que debido a que San Antonio nació en Lisboa y murió en Padua, es conocido como San Antonio de Padua o Santo Antonio de Lisboa, existiendo un pequeño “pique” entre ambas ciudades.
Otro de los detalles que contó fue que cuando los portugueses conquistaron Ceuta, los dominicos y los franciscanos fueron las primeras órdenes que se instalaron en la ciudad, siendo los segundos quienes extendieron en el norte de África la devoción a San Francisco de Asís, San Antonio y San Daniel. También hizo un recorrido por la historia de las ermitas de San Antonio y su Cofradía.
Bollit habló también de las coincidencias entre estos tres santos: vivieron en la misma época –con unos 14 años de diferencia–; procedían de familias nobles y cambiaron sus vidas acomodadas por el sacrificio y entrega a los demás; eran franciscanos; San Daniel y San Antonio pisaron suelo caballa y San Francisco de Asís no lo hizo pero fundó en 1209 la orden franciscana, que se instaló en Ceuta en 1415 junto con los dominicos; y fallecieron jóvenes –poco más de los 40 años–, entre otros detalles.
El pregonero también repasó la vida del Santo, que alcanzó su madurez y formación en Santa Cruz de Coímbra y en septiembre de 1222 pronunció un discurso espiritual que le cambió la vida y con el que demostró sus virtudes como predicador. Sus intervenciones siempre tenían un gran compromiso social y no era agresivo contra los herejes sino contra los ricos que se aprovechaban de los pobres. Su vida espiritual y su entrega a los necesitados le hizo merecedor de ser canonizado sólo once meses después de su muerte.
Bollit también habló de la faceta milagrosa de San Antonio, contando la anécdota de una familia necesitada que, por intercesión del Santo lisboeta, recibió la ayuda de otra pudiente, y añadió que el expediente de canonización incluía 53 milagros. Además, enumeró una gran lista de colectivos de los que es su Patrón, convirtiéndose así en “Patrón de todos”.
Para finalizar, recordó una frase de San Antonio: “El gran peligro del cristiano es predicar y no practicar, creer pero no vivir de acuerdo con lo que se cree”. Al concluir el acto, Bollit recibió, de manos del hermano mayor, una pequeña escultura del Santo lisboeta, o paduano.