El tradicional encendido de luces navideñas en nuestras calles ya está dando de qué hablar y aún no se le ha dado ni tan siquiera al “on” para ponerlas en funcionamiento.
Como sabemos las luces de Navidad, marcan el inicio de unas fiestas en las que salir a la calle y disfrutar del ambiente es obligatorio. Sin embargo y, tal cómo está el panorama económico ceutí y la fuga comercial, pocas alternativas nos quedan o mejor dicho, nos permiten. Estamos abocados si no se toman cartas en el asunto de una manera inminente a una desolación económica extrema.
Aquí en nuestra ciudad, tal y como nos tienen acostumbrados desde hace años nuestros supuestos responsables, la nula capacidad de planificación es nuestro “pan” de cada día, y la ornamentación navideña no es una excepción y visto el modus operandi de los gestores, no puede estar exenta de polémica.
En lo que llevamos de legislatura, el responsable del Área de Festejos del gobierno ya ha “patinado” en varias ocasiones. Sin consecuencias; un par de ruedas de prensa y bulto escurrido. Parece de esos candidatos a los que les va a ir muy bien actuando en plan ensayo-error sin asumir responsabilidades.
Los experimentos del PP, son signo de lo que ocurre en sus filas actualmente. Actúan como si en Ceuta, no tuviéramos problemas de gran calado. Por esa poca motivación laboral y pésima gestión del tiempo es por lo que se atreven a hacer y deshacer sin control ni planificación. Esta vez ha tocado mover la bola y todo lo que ello conlleva. Mañana les interesará un taller de manualidades con tutoriales para crear un carné falso indestructible a pesar de los años. Ya decían los sabios que cuando el diablo se aburre, mata moscas con el rabo.