Lo cierto es que hemos llegado a esta situación porque el Gobierno de la Ciudad Autónoma lleva mirando hace mucho tiempo, hace más de año y medio, hacia otro lado, como si la situación que se está viviendo de degradación en el movimiento vecinal no fuera con ellos. A la Ciudad le interesa, desde luego, un movimiento vecinal fuerte, como siempre ha sucedido en Ceuta. Pero un movimiento que sea reivindicativo, porque aunque sea así, siempre han tendido la mano al Gobierno y han existido muchas actividades de manera conjunta. La fractura de la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos es un hecho. Y de ese mirar hacia otro lado, de ese nadie querer saber nada, seguir pagando los convenios, no pagar lo que no se cumplen, etc… llegamos a la situación de ahora, donde las asociaciones de vecinos que han sido siempre los grandes animadores de las fiestas de verano con la elecciones de sus misses y luego presentarlas al acto de Reina de las Fiestas, han decidido parar. No es un boicot a la Ciudad. Es un grito de desesperación porque no pueden seguir más de esta manera. Algunos presidentes han anunciado que cerrarán los locales porque no pueden pagar el agua y la luz. De todas maneras, algo se debería hacer porque Ceuta no puede perder una de sus tradiciones más sonoras de cara a nuestros festejos patronales.