Bloqueos en el paso fronterizo y largas colas por la cercanía de la Pascua

La cercanía de la Pascua Musulmana, que tendrá lugar el próximo lunes, está incidiendo directamente en la normalidad fronteriza. La mayor entrada de ciudadanos para realizar sus compras en la ciudad unida al hecho de que en el lado marroquí se están ralentizando los controles dan lugar a la formación de una auténtica problemática que se traduce en la formación de largas colas (llegan hasta Juan XXIII) y en los bloqueos ocurridos en el Tarajal.

En el día de ayer dichos bloqueos se notaron aún más, al darse la coincidencia de una mayor entrada de marroquíes para comprar unida a que hoy, al ser día festivo, las naves del polígono no abren, así que había una mayor presión al otro lado fronterizo. Esto provocó un auténtico colapso y que la Policía Nacional se viera obligada, pasadas las nueve y media de la mañana, a abrir todas las puertas debido a la cantidad de personas que estaban retenidas al otro lado.
Mientras, en Ceuta, la imagen apuntaba a que algo anormal ocurría. ¿Y cuál era esa imagen? Los autobuses (hasta tres) vacíos esperando en la parada del Tarajal a que los trabajadores marroquíes cruzaran a España para trasladarse a los centros en los que laboran.
Esta situación, que era esperada, ha vuelto a traer a primera línea informativa los mismos problemas de las pasadas navidades. Problemas para los que la administración central había publicitado soluciones, pero que, a la vista de lo ocurrido, ponen de manifiesto que no eran válidas.
Con el vial de Loma Colmenar aún sin funcionar de manera oficial, resulta inviable acortar salidas, aunque, por ejemplo, los vehículos de emergencia como las ambulancias ya lo están haciendo. Las quejas, ante los problemas, se han vuelto a repetir y nacen de los mismos sectores que en otras ocasiones.
Los primeros, los comerciantes. Protestan porque no encuentran esa fluidez, esa atención a quienes son potenciales compradores y que se topan con colas que les dejan atrapados hasta tres horas. Sobran impedimentos y faltan facilidades. Los segundos, los afectados, es decir, cualquier usuario de la vía que acuda a las barriadas para cuya llegada debes pasar de manera obligada por la carretera nacional. Los propios vecinos del Príncipe recalcan que se sienten atrapados para llegar a sus casas. Igual sensación que los empresarios y trabajadores de las naves del Tarajal: denuncian que pierden clientes y que son víctimas de un embudo para llegar hasta sus empresas. Los terceros, las propias fuerzas de seguridad. Quienes las representan, que son los sindicatos, son los primeros en canalizar esas quejas por la vetusta infraestructura fronteriza.
Y así, todas estas áreas conforman un triángulo de víctimas de la misma problemática: la falta de infraestructuras urbanísticas claves que ayuden a la eliminación de las colas.
Las fuerzas políticas consideran que solucionar este asunto es clave para el auténtico desarrollo pretendido en ambas ciudades. La última formación en aludir a esta problemática ha sido UPyD, que, de hecho, considera que habrá desarrollo cuando la frontera no sea un inconveniente, por lo que urge a tener una concienciación clara y preferente para abordar los enormes problemas enquistados en los pasos fronterizos de las hermanas.
Ahora los colapsos se han producido por la inmediatez de las fiestas musulmanas más importantes pero los mismos están sometidos a los cambios o incidencias que tengan lugar en Marruecos y que repercuten directamente en Ceuta y Melilla.

La mejora de la frontera, la eterna solicitud política

En plena campaña electoral, lo que ocurre en la frontera parece sensibilizar más a las fuerzas políticas. Si el PSOE, a través de sus candidatos, ya defendía la necesidad de mejorar las relaciones con Marruecos e incrementar los recursos existentes, el PP daba un paso más incluyendo en el documento suscrito entre Vivas e Imbroda la semana pasada una actuación contundente en este ámbito. “Pediremos la integración en la Unión Aduanera siempre que se cumplan dos condiciones: que sea compatible con el resto de peculiaridades del REF y su necesaria puesta al día; y que se establezcan los mecanismos adecuados para no perjudicar a ninguna de las actividades que en la actualidad se desarrollen al amparo de la condición de territorio franco aduanero”, decían. Y más aún: “Que nuestras dos fronteras sean atendidas de manera consecuente”. O sea más medios y mejoras.

Apuntes

Entradas de porteadores
Una de las causas por las que se generan más colapsos es por la entrada masiva de porteadores. La Policía Nacional estableció un protocolo tras la muerte de dos mujeres en el Biutz. Ese protocolo se ciñe a posibilitar la entrada sólo de un número concreto de porteadores. Cuando se van produciendo salidas, se va permitiendo nuevas entradas. ¿Qué sucede?, que hay porteadoras que se hacen pasar por trabajadoras del hogar y pretenden así engañar a los policías para que les permitan el paso sin control. La Policía lo sabe y mira más los documentos. El resultado: colas.

Sin infraestructuras
La Delegación del Gobierno se apoya en la futura construcción del túnel que enlazará el puerto con la frontera para advertir de que, con el mismo, se terminarán los problemas. La crisis y la bajada en el mercado naviero deja en mal lugar este propósito y el hecho es que hoy por hoy siguen produciéndose las mismas colas. El vial de Loma Colmenar era la solución, pero todavía quedan por cumplir trámites para que la Ciudad se disponga a abrirlo de manera oficial. Mientras lo que hacen algunos vehículos es sortear los pivotes colocados de motu propio.

Un inspector de la Policía Nacional, herido en el Tarajal

Y a los colapsos que se producen en la frontera, y a las malas condiciones en que deben trabajar los policías, se suma la peligrosidad con que estos desarrollan su labor. Y los resultados están en sucesos como el ocurrido el pasado fin de semana, cuando un inspector del Cuerpo resultó herido tras recibir una pedrada en el rostro. Fueron sus propios compañeros los que trasladaron de emergencia al herido al Hospital Universitario, presentando un golpe importante en la boca, en uno de los ojos y en la nariz. El policía recibió siete puntos de sutura y presenta hematomas importantes en el rostro dada la violencia del ataque.
El autor de esta agresión fue detenido in situ por los agentes que estaban de servicio en ese momento. Se trata de un marroquí que tenía varias órdenes de expulsión en base a las cuales tenía imposibilitada su entrada en España. La última orden le impedía pisar tierra española durante cinco años.
El inspector de la Policía reconoció al hombre, por lo que le instó a no entrar en Ceuta y regresar a su país. Lejos de acatar la orden, el marroquí se escondió detrás de las rejas de la frontera y desde ahí lanzó una piedra contra el policía, produciéndole las heridas en la cara. Además le amenazó de muerte.
El resultado de todo esto es un agente de baja, con importantes heridas en el rostro, y el presunto autor de la agresión detenido acusado de atentado contra la autoridad, desobediencia y amenazas.
Tal y como ha informado la Jefatura Superior, el suceso de marras se produjo a las cinco de la tarde, siendo la agresión más importante de las últimas que han tenido lugar en el espacio fronterizo que separa la ciudad de Marruecos.