El bloqueo de la frontera está desangrando a Ceuta

Ceuta se muere. Lo hace poco a poco. Se va desfigurando. Se arrastra a base de puñaladas que abren heridas que nadie tapona. La suspensión del porteo debido al cierre del ‘Tarajal II’ que ordenó en un inicio la Delegación del Gobierno y el bloqueo que se está aplicando en la frontera (solo aliviado en estos días de Black Friday en donde se ha pasado del veto al ‘dejar pasar a todos’) ha supuesto la puntilla a una situación gravísima. Sus perjudicados no son solo los ‘empresarios de las naves’. Esa visión reduccionista e interesada del problema es falsa. Se está ante un asunto de mayor envergadura que afecta a todos y que muestra ya sus primeras consecuencias en forma de despidos.

Empresarios que tienen sus naves en el puerto o en el propio Tarajal han comenzado ya a despedir a sus trabajadores. En la misma ciudad en la que se ‘vende’ la puesta en marcha de políticas para crear yacimientos económicos se está aniquilando el empleo estable. Y esto es algo que conoce la propia Delegación del Gobierno, a la que se le ha advertido no solo de los despidos que se han llevado a cabo por la nefasta gestión fronteriza que realiza, sino también de los que se van a tener que producir en estas semanas. La mercancía no sale, la inversión realizada se ha perdido, los empresarios están intentando retornar incluso lo comprado aunque sea perdiendo dinero pero hay stock que directamente se tiene que tirar a la basura. Mientras, los impuestos que se abonan son los mismos, no caben rebajas ni perdones. Es una asfixia brutal.

El resultado de esta cuenta matemática lo puede averiguar hasta un niño de Primaria: se invierte 10, se vende 0... la ruina es clara. Y lo es para los ‘empresarios de las naves’, pero también para todos los que viven directa o indirectamente de los negocios asentados sobre dos patas: el puerto y la frontera, los únicos pulmones económicos que tiene Ceuta y que están siendo machacados a base de golpes y sin causar la reacción debida de las autoridades.

Taxistas, empresa de autobuses, camioneros y transportistas, consignatarios... Empiecen a sumar: sus jefes, sus empleados, las familias de esos empleados... Y ya verán cómo la cadena empieza a romperse, porque si uno no ingresa no puede pagar las nóminas del resto, tiene que echar personal a la calle con lo que ese personal ya no gasta en la ciudad (bares, tiendas de ropa, clases particulares, hostelería, coches... todo lo que se les ocurra queda congelado). Así, desde las grandes empresas a los pequeños autónomos sufren estas consecuencias.

Es una realidad que está pasando y que queda reflejada en la bajada de ventas notoria que sufre Ceuta. Una ciudad que no puede vivir de espaldas a su frontera, tampoco enfrentada a Marruecos. Una ciudad que es algo más que funcionarios y Planes de Empleo, en donde el turismo llega a cuentagotas, en donde la época gloriosa de los bazares o el apoyo de la ‘mili’ terminó y en donde la búsqueda de otras alternativas de vida no pueden ser factibles de inmediato. Una ciudad que se permite el lujo de que las empresas estén cerrando y cientos de familias vayan al paro cayendo como fichas de dominó.

Esta semana varios empresarios se reunieron en la Delegación del Gobierno buscando, por enésima vez, una solución de manos del jefe de gabinete, Juan Hernández. Salieron peor de lo que entraron. No ven horizonte y no dudan en señalar a la Plaza de los Reyes como la responsable de un problema al no conseguir desatascar este bloqueo.

¿Y la Ciudad? Se sienten menospreciados y olvidados. Son empresarios que pagan impuestos pero incongruentemente el problema que parece tener la Presidencia de Juan Vivas es ver cómo mantener a los exviceconsejeros y seguir teniendo una estructura de asesores o directores generales concreta. Esto parece que les resulta más grave e importante que evitar la sangría que se está produciendo y que afecta a los empresarios y pequeños autónomos de Ceuta en una cadena que se ha convertido en una auténtica tortura para todos ellos. Se está ante una especie de ruina consentida, ante una política del hundimiento. Cada fin de mes los empresarios no pueden pagar las nóminas. No son cuatro, no es un problema de ‘ellos’, es un asunto de envergadura que afecta a toda una ciudad que es algo más que funcionarios, pensionistas y Plan de Empleo. Hay empresarios que arriesgan, que alimentan esa capa del emprendedor y al que, de la noche a la mañana, le han arrojado a un precipicio.

Del paso Tarajal II que cerró España nadie se atreve a hablar después del ridículo de anuncios falsos de apertura. Ahora la nueva excusa oficiosa es que Marruecos tiene que poner en su frontera el sistema de reconocimiento facial. ¿Hay fecha entonces? No. Los empresarios exigen que se abra, que no sea España quien lo mantiene cerrado. Es una medida que no se entiende como tampoco la orden dada a la Policía de no permitir la entrada a marroquíes solo con pasaporte.

En Ceuta los problemas son graves, pero en el norte de Marruecos la desesperación está llevando a un aumento de la delincuencia, a movilizaciones cada mañana en Bab Sebta y a pérdidas de vidas humanas que los medios marroquíes vinculan con la pérdida del único sustento que existía para miles de personas.

Las 3 claves del problema

“No nos podemos quedar quietos”, el aviso de movilizaciones ante esta inacción

Manuel Sánchez, responsable de la Asociación de Transportistas, lo tiene claro: “No nos podemos quedar quietos”. Está cansado de que le toreen, de que no den soluciones mientras ve una caída en picado que afecta a todos y por la que nadie se preocupa.

Avisa con claridad y advierte de movilizaciones inmediatas, de un paro general si es necesario ante la “inacción” y la “política de hundimiento” que se está aplicando, más aún después de la reunión mantenida con Juan Hernández en la Delegación del Gobierno de la que no ha salido solución alguna. La Asociación de Transportistas va a instar a Cámara, CECE, sindicatos, el taxi y autobuses entre otros para sumarse a una movilización general para forzar a que los responsables adopten medidas urgentes.

Sánchez es muy claro en su exposición: están cayendo en picado, es como si después de haber subido una escalera, en cuestión de meses, hubieran caído al fondo. La situación es crítica, muy grave. “No somos cuatro, esto es una pesadilla”, aclara y lamenta la actitud de unos responsables ante la ruina en cadena que se ha materializado ya en despidos de personal. Trabajadores con más de 50 años, con toda una vida en la empresa a los que no se les puede pagar y que tienen que ser despedidos porque está todo bloqueado.

¿Es Marruecos el culpable de esta situación de bloqueo?: la mercancía está saliendo desde Ceuta a Melilla sin problemas

Ante un problema lo peor es la incertidumbre. No saber qué está pasando y asistir a un vaivén de versiones contradictorias que se tornan en falsedades. ¿Es Marruecos el problema?, ¿existe un empecinamiento en bloquear la mercancía que pueda salir por los pasos fronterizos de las dos ciudades hermanas? Los empresarios lo tienen claro: el problema está en Ceuta y su falta de resolución está generando pérdidas económicas con todas sus consecuencias ante las medidas que está imponiendo la Delegación impidiendo la entrada de personas por el Tarajal y manteniendo el ‘Tarajal II’ cerrado.

Algunos empresarios están consiguiendo sacar algo de la mercancía que salvan por Melilla, y está entrando en Marruecos sin problemas. Algo impensable en nuestra ciudad en donde el bloqueo es absoluto. Los pagos no se perdonan, los impuestos tampoco. La falta de respuestas y de información es lo más grave porque ha provocado que los empresarios no hayan sido advertidos o prevenidos de esta situación: han comprado mercancía que ahora tienen bloqueada en sus naves y a la que no se le puede dar salida.

Es dinero que se pierde porque no toda se puede retornar. Si antes el tránsito era diario, los camiones iban y venían con la mercancía que entraba en Ceuta y salía sin problemas al vecino país, ahora todo está parado. Lo tienen claro: la Delegación, asumen, es el problema.

La CECE lamenta la “incomprensión” de la Delegación del Gobierno y tilda la situación del comercio local de “gravísima”. Han pedido que no se limite el tráfico de personas, abrir el ‘Tarajal II’ y cumplir el tratado de Schengen

La Confederación de Empresarios no duda en tildar la situación que atraviesa el comercio local de “gravísima” y deja claro que es como consecuencia de “las restricciones que, de manera sistemática, imponen las autoridades españolas para acceder a Ceuta por la frontera del Tarajal”.

“Las cortapisas a la entrada de viajeros al territorio franco de Ceuta han producido una crisis de grandes proporciones en hoteles, restaurantes y comercio en general, lo que está afectando ya a los niveles de empleo e inversiones”, concreta. En la reunión con el jefe de gabinete, Juan Hernández, le trasladaron que Ceuta es un territorio franco donde es “libre la entrada, salida y tránsito de mercancías” por lo que el llamado comercio del porteo solo es irregular en cuanto a la entrada en Marruecos pero no a la salida desde Ceuta. “Las mercancías que se venden a esos porteadores han sido importadas legalmente y abonaron el correspondiente impuesto local.

Por ello, las autoridades ceutíes no deben poner cortapisas a la salida de mercancías del territorio franco de Ceuta, sino simplemente ejercer los controles correspondientes para garantizar el orden y, sobre todo, el paso de turistas”, le trasladaron.

El resultado de ese encuentro ha sido “la incomprensión” con la que se quedaron los afectados tras un encuentro en el que Hernández -ante la ausencia de la delegada del Gobierno- no les dio soluciones. “El representante para temas fronterizos de la Delegación del Gobierno manifestó que iba a estudiar el asunto lo que no soluciona el tema a corto plazo y añadió que esperan poner en servicio la llamada frontera inteligente para abril de 2020; proyecto que según las mismas fuentes iba a ser la solución en julio de 2019”.

Los empresarios pidieron tres medidas urgentes que no han sido acatadas: la primera, no limitar al paso de vehículos a Ceuta, “porque ello sería tanto como incumplir las bases que sustentan un territorio franco. No cabe duda que el embolsamiento ha sido una razonable medida que permite controlar el número de vehículos que acceden a la frontera de salida desde Ceuta, dando preferencia a los turistas, tanto marroquíes como comunitarios, pero ello no justifica restricciones a la entrada en la ciudad”.

La segunda, “cumplir estrictamente el Acta Final del Tratado Schengen, actualmente en vigor en lo relativo a la Declaración relativa a las ciudades de Ceuta y Melilla que dice que continuará igualmente aplicándose el régimen específico de exención de visado en materia de pequeño tráfico fronterizo entre Ceuta y Melilla y las provincias marroquíes de Tetuán y Nador. Dicho Tratado se está incumpliendo sistemáticamente sin razonamiento alguno y sin aceptarlo oficialmente y debe aplicarse positivamente a viajeros con o sin vehículo”.

La tercera, la apertura del Tarajal II, “ya que dicho paso debe estar abierto, aunque sea de forma unilateral, con el fin de regularizar la situación y para que quede claro que las posibles restricciones no son por parte de España”. Los empresarios han decidido poner en conocimiento de la Ciudad Autónoma la caótica situación porque “debe ser esta institución la que proteja, mediante medidas de tipo político o jurídico, los intereses de la economía local y de sus ciudadanos”.