Blas García Rivero (Amigo Blas...)

Mi amigo BLAS me decía siempre: “Herminita, mi reino no es de este mundo”. Y qué razón tenía, él era un ser excepcional, especial y sobre todo espiritual.

Tal día como el 9 de julio de 1992 nos dejaba para siempre nuestro AMIGO BLAS (hace 31 años). Éramos amigos desde hace más de 40 años; ha sido uno de los mejores que he tenido, yo diría que el mejor.

Amigo, confidente, amigo de sus amigos, buen compañero, culto, inteligente, educado, amable, excelente conversador, buen consejero y sobre todo una BUENA PERSONA. Cuando enfermo allá por 1992, todos los amigos nos movilizamos, queríamos saber qué pasaba. A mí, unos amigos me ocultaron la verdad que más adelante sería desentrañada esperándonos lo peor. Una mala caída en su propia casa desencadeno la terrible enfermedad, cáncer de huesos para más señas. Algunos de nosotros seguíamos el proceso pero sabíamos cual era el triste final.

BLAS era de Ceuta, por eso muchos de nosotros iniciamos una bonita AMISTAD que duró hasta su “despedida”. De BLAS solo puedo decir cosas buenas y si en algo se caracterizaba era por su gran sentido del humor del AMOR. Eran bien conocidas sus “risotadas” y si en alguna ocasión lo escuchábamos reír, era entonces cuando lo descubríamos leyendo tebeos; se reía con las hermanas Gilda, con Zipi y Zape, con Mortadelo y Filemón, con la Familia Trapisonda, la 13 Rue del Percebe … Muchas veces salía yo con él a dar una vuelta, un paseo o bien ir en coche. En determinadas ocasiones me decía: “Herminita, vamos a volver a casa pues esta noche salen en televisión las “Chicas de oro” con las que disfrutaba muchísimo, entonces sus carcajadas eran sonoras. También le encantaba ver “Informe semanal” los sábados y nunca se lo perdía.

A mí me admiraba el sentido del conocimiento que tenía. Buen lector, siempre me ponía al día del libro que estaba leyendo. Le encantaba viajar pero me decía que aún no había encontrado el momento para hacerlo. Siempre me comentaba que su ciudad predilecta era San Francisco (California) a la que un día iría. Yo le decía de viajar allí juntos pero él no arrancaba. Por supuesto, con los años, yo viaje a San Francisco (en un par de ocasiones) y estando allí lo recordé muchísimo. Le habría encantado visitar Sausalito que conocía estupendamente por sus lecturas.

BLAS quiso marcha a trabajar a Bruselas pero por circunstancias familiares no pudo ser.

Me consta que tenía muchísimos amigos y amigas en la provincia de Cádiz donde estuvo trabajando durante un tiempo.

En Ceuta trabajo en intendencia, haciendo una gran AMISTAD con mi madre que también trabajó allí. En cierta ocasión y por la noche, fuimos mi madre, BLAS (quien tuvo la idea) y yo a tomarnos un café irlandés al desaparecido restaurante “San Marcos”. Nos lo pasamos muy bien. Después fuimos a dar una vuelta en su coche por el Hacho. Ocurrió que vimos un coche “tirado” en plena carretera; a BLAS no se le ocurrió otra cosa que amarrar una gruesa cuerda a aquel coche y así nos dirigimos al puerto donde el matrimonio agradecido se bajó en una gasolinera. Es que BLAS era así. Por supuesto no dormimos en toda la noche debido al café, pero nos reímos un buen rato recordándolo al día siguiente.

¿Qué decir de su relación con los animales y amor por estos, sobre todo los perros? Por aquel entonces, BLAS tenía una perra Dóberman de nombre Isolda, un pelín peligrosa. Cuando yo quedaba con él, le hablaba a la perra y le decía: “Vamos con Herminita” para que ella se acostumbrara a mi nombre (aún así, había que ir con cuidado). En cierta ocasión, Isolda estuvo desaparecida por espacio de tres o cuatro días, así que muchos amigos (entre ellos mi madre María Luisa) y yo nos movilizamos para buscarla. Fuimos por todo García Aldave, por el monte Hacho y muchos sitios más; Isolda apareció en una tienda de comestible en la calle Jáudenes, el animal había estado una sola vez allí pero por instinto llego. Todos los celebramos y BLAS muy contento.

Siempre que yo volvía de un viaje, quedábamos para que se lo contara. Era curioso pues él se sabía al dedillo el viaje que yo había hecho y me hablaba del país como si hubiera estado allí.

"Eran bien conocidas sus 'risotadas' y si en alguna ocasión lo escuchábamos reír, era entonces cuando lo descubríamos leyendo tebeos"

Estando en el hospital militar de Sevilla mi madre y yo fuimos a ver a BLAS allí estaba él con la compañía incondicional de su madre Isabel. Se alegró mucho de vernos y enseguida me enseñó el armario con cantidad de frutos secos que tanto le gustaba, a veces hasta sufría del estómago por el atracón que se pegaba. Cuando nos vio entrar a mi madre y a mí en la habitación dijo lo siguiente: “¡ya están aquí los míos!”. Estuvimos un buen rato charlando, recordando momentos inolvidables sobre todo los largos ratos en que nos quedábamos hablando después de un paseo en coche.

BLAS amaba la música CLÁSICA y era una de las cosas que más relajaban. Alguna que otra vez me llamaba por teléfono para decirme “Herminita, escucha”. Él se ensalzaba con estas audiciones pues tenía un sentido musical muy desarrollado. Era también un enamorado de la música de “QUEEN” sobre todo de su líder FREDIE MERCURY; por eso, creo que en los Reyes de 1991 le regalé el disco “BARCELONA” (por los Juegos Olímpicos de 1992) cuyos protagonistas eran MONSERRAT CABALLET y FREDIE MERCURY. Estaba encantado con su discos, por supuesto sintió mucho la muerte del excelente vocalista.

BLAS siempre tuvo una ilusión: viajar en helicóptero y fue precisamente en uno de ellos donde lo trasladaron a Sevilla. Esta noticia salió en “El Faro de Ceuta” y él se puso muy contento.

Mi AMIGO era muy inteligente. Cuando lo visitamos mi madre y yo en el hospital militar de Sevilla y que yo interprete como “una preparación al MÁS ALLÁ”; se trataba de uno (que después me regaló) del psiquiatra Vallejo Nájera” y otro sobre “la reencarnación” lo que me demostraba que pensaba perfectamente en la muerte. Cuando supo que le iban a cortar una pierna, mandó desconectar televisión, radio y quiso recibir más visitas, él se negó a que le cortaran la pierna.

El día que lo trajeron a Ceuta en ambulancia, yo acudí al puerto a recibirlo y luego me dirigí al hospital militar para estar un rato con él. Lo cogí de la mano y le hablaba suavemente pidiéndole que me diera una señal de que estaba bien. No obtuve respuesta, estaba completamente sedado. Fue la última vez que lo vi con vida.

A las 8 de la mañana del día 9 de julio de 1992 recibí una llamada telefónica en mi casa: “Herminia, BLAS ha fallecido”, dijo al otro lado del teléfono una voz amiga. Su entierro fue multitudinario. Cantidad de familiares y amigos nos reunimos para darle el último adiós. De la provincia de Cádiz se desplazaron, muchos amigos y amigas y de Ceuta éramos también muchos. Se le enterró en un bonito y celeste día de verano. Cuando volvimos del camposanto, todos íbamos cogidos de las manos. BLAS era un devoto de la Virgen del Carmen y amaba la Marina. Su féretro fue portado por marinos de la Comandancia de Marina.

Cuando vivió en Algeciras donde yo estaba y daba clases, muchas veces por las noches, se venía conmigo y cogíamos el coche para después por carretera tomarnos un café en cualquier bar.

BLAS, te recuerdo y siempre estás en mi corazón. A buen seguro ya estás en el UNIVERSO de las ESTRELLAS con muchos más AMIGOS.

Te quiere, Herminita.

P.D. Con el tiempo BLAS se me manifestó “desde el MÁS ALLÁ”. Una noche estaba yo sentada viendo la televisión en Algeciras y de pronto noté un frío gélido a mi alrededor, entonces escuché en mi interior “mentalmente”, como BLAS me decía: “Herminita, ya estoy en la luz, ya estoy con ÉL”. Entonces yo me levanté del asiento y sentí como un mareo, pero no me caí, muy al contrario noté como el se me manifestaba a través de un muñeco que tenía en un mueble, esté empezó a girar dando vueltas sobre si mismo; yo no sentí miedo, muy al contrario noté una gran relajación y una PAZ enorme. BLAS estaba conmigo.