La comunidad científica no deja de definirlo como un gran hallazgo, y en verdad ha sido un gran descubrimiento en el que hay un ceutí implicado: Óscar Ocaña, biólogo, director del Museo del mar de Ceuta y naturalista marino. La novedad no es otra, nada más ni nada menos, que las Islas están rodeadas por un cinturón de corales, densos bosques perennes en los que se refugian y proliferan un amplio número de especies.
Estos jardines de los fondos marinos canarios, descritos por sus descubridores -un equipo de 15 investigadores marinos- como “de enorme belleza y riqueza natural”, habían permanecido en la más absoluta penumbra para la ciencia y a las puertas de la penumbra del océano a entre 50 y 120 metros de la plataforma oceánica canaria. Una profundidad a la que, informan, solo es posible llegar con equipos de buceo especializados. Hasta ahora, gracias a este equipo de investigadores, formado por científicos y buceadores coordinados por la Consejería de Transición Ecológica y Lucha contra el cambio climático del Gobierno de Canarias.
De esta forma, el equipo ha conseguido filmar y fotografiar grandes dimensiones de estos ecosistemas corales alrededor del archipiélago, que contienen una gran capacidad generadora de una enorme diversidad.
Estos arrecifes coralinos mantienen contacto o relación con los encontrados en las Azores, Madeira o Cabo Verdad, donde la acción humana se ha dejado sentir sobre la especie coralina, la Antipathella Wollastoni o coral negro. Para la propia Consejería que ha propiciado el estudio, las conclusiones no pueden ser más interesantes, pues se ha sabido gracias a esta investigación la importancia y el papel decisivo que juega el coral negro en los mares canarios y su enorme capacidad para crear ecosistemas, “vertebrando la biodiversidad como lo hacen los pilares de la tierra”, afirma José Antonio Valbuena, consejero del área.
En estos momentos, el proyecto de investigación está en sus últimas fases, aunque pueden anunciar que han descubierto y descrito esos cinturones de coral macaronésicos.
Nunca antes se había realizado una exploración directa, con una inmersión tan profunda en la que se aprecia cómo se desarrollan estos corales in situ. Para óscar Ocaña es la mejor manera de investigar la naturaleza: observando directamente el medio.
En el equipo de investigación que ha logrado el descubrimiento, Ocaña es el responsable de investigación o director científico del proyecto, formando parte, también del equipo de buceo, quien ha señalado la intensa emoción de cada inmersión en esos bosques de coral, a los que define como maravillosos. Ocaña también ha puntualizado que, aunque se le denomine comúnmente ‘coral negro’, en el fondo marino se pude apreciar en distintos colores, incluso intensos, dándoles el nombre habitual el color de su esqueleto.
La huella humana
Para el equipo de investigación, el hallazgo de los anillos de coral también ha dado cuenta de otro, más peligroso, descubrimiento: los principales daños que causa la mano humana. Estos están más relacionados, principalmente, con la actividad pesquera, por cuyas redes, curiosamente, se tuvo indicio de la presencia de estos corales, al quedar en sus artes de pesca incrustados trozos de éstos.
Estos daños generados a los hábitats de los anillos coralinos son corregibles, tal y como afirma Ocaña, referenciado como uno de los mayores expertos del mundo en corales, quien afirma que “hemos encontrado bosques dañados por la actividad pesquera, pero se pueden corregir y que se puede incluso hablar con el propio sector para intentar corregir y minimizar estos impactos. De hecho, para Ocaña es de tan vital importancia la generación de biodiversidad que propician estos bosques coralinos alrededor de las Canarias, que incluso favorecen la existencia de peces, por lo que también es vital para la pervivencia de su propia actividad, señalando que la “buena salud de los bosques coralinos no deja de ser indicio de un ecosistema fuerte, resistente y pleno de riqueza, incluso para los asociados a estos bosques, que incluyen peces y otras especies”.
El coral negro, la clave
El coral negro es el principal bioconstructor de los bosques de corales que han sido descubiertos por este equipo de científicos. Este género de coral es muy escaso, sin embargo, su importancia es capital para la generación de vida en los mares, que da pie a unos completos ecosistemas formados por otros corales, peces, algas, crustáceos, vegetación e, incluso, equinodermos
Otra, de las muchas aportaciones ceutíes al mundo de la cultura a través de la ciencia. Saludemos a esta generación de estudiosos locales que han hecho por Ceuta lo que ninguna. Enhorabuena a Ocaña. Ya me hablaba Juan Bravo de su valía