Tiene 16 años, se llama Bilal y desde hace nueve días su familia no sabe nada de él. Emprendió ruta a nado hacia Ceuta con un único fin: ayudar a su familia. Esta es la historia de quien es solo un crío que, como otros marroquíes, buscaba dejar atrás su tierra para al menos tener una oportunidad.
Esa clave se repite en muchos de los casos de desaparecidos en la frontera sur. Noticias que son ignoradas pero que se repiten con una periodicidad demasiado marcada para que no sea tenida en cuenta.
Emocionada, la hermana de Bilal pide ayuda. Natural de Rincón, cuenta que acudía al colegio pero que viendo las necesidades económicas familiares quería trabajar para aportar dinero en el hogar. Eso fue lo que le movió a echarse al mar, como a tantos chicos que han seguido la misma ruta de los espigones.
La ropa que vestía el día en que se echó al mar
Hace 9 días marchó sin dejar rastro. Vestía pantalón corto azul tipo bañador así como una camiseta blanca con puntos verdes y sin símbolos significativos. Su familia dice que marchó solo pero su caso se suma al de otros adolescentes que también han dejado su tierra de la misma forma, bordeando el espigón del Tarajal.
Ese fue el caso de Hamza, de 15 años, también desaparecido prácticamente el mismo tiempo que Bilal aunque en su caso emprendió la ruta acompañado de otros tres chicos más. Dos llegaron a Ceuta y uno volvió a Marruecos. Ese día Hamza llevaba una camiseta con el símbolo del equipo del Manchester City.
Las familias de Bilal como las de Hamza están desesperadas. Ellos representan el eslabón más débil de la inmigración y también el más olvidado. Pierden contacto con sus seres queridos y no encuentran apoyo en instituciones para intentar buscarlos de forma fácil. En Marruecos ya ha habido concentraciones reclamando a las autoridades que les ayuden a buscarlos.
Son muchos, demasiados para no tenerlos en cuenta. En el caso de Bilal tiene el pelo de tonos claros y usa gafas.
En España no ha habido ninguna lucha en la calle, la dictadura se mantuvo con una represion y aparato de represion muy duro durante 40 años,el cambio fue gracias a la transition Pacifica acordada, el pueblo no podia hacer nada, al contrario, aclamaban al dictador cuando aparecia en actos publicos.
Tu no debiste ir un solo dia a la escuela...
No sé la edad que tiene usted y no sé si ha vivido esa etapa de la historia española, a otros nos tocó salir a la calle, en la universidad, en la empresa y protestar y luchar por derechos que como usted bien dice durante 40 años nos fueron arrebatados. Evidentemente todos no lucharon, protestaron ni se involucraron por igual.
Muy buenas Ismael, estoy contigo en que cuando se vive en un sistema dictatorial es difícil manifestar tu oposición a dicho sistema por lo mucho que tienes que perder, lo que no entiendo es que el musulmán de Ceuta alabe o defienda el sistema de gobierno de Marruecos y a su Rey, cuando sus abuelos o bisabuelos se han visto obligados a irse de allí.
El musulmán de Ceuta no tiene ningún riesgo por hacer una crítica en privado, y eso jamás se oye . No se está criticando ni a Marruecos ni a los marroquíes, se critica a los que dirigen el país.
Puede que lleguen a mas de 10 millones de marroquies que estan fuera, han de retornar en sus vacaciones al pais de origen, siguen teniendo familias alli, las raices tidan, no se prenuncian, solo toman sus precauciones.
Una pena estos chavales que se juegan la vida con tal de salir de Marruecos y por aquí se sigue oyendo que Marruecos ha cambiado mucho y que está todo muy bien, pero la realidad es que nadie quiere estar allí.
Es muy triste ver y leer cada día noticias de jóvenes que pierden su vida intentando alcanzar un futuro fuera de su país. No sé si les sería más rentable a toda esta generación luchar por su futuro en su país, saliendo a las calles ,denunciando la corrupción, nepotismo, caciquismo y desolación que campa a las anchas en un país tan grande y rico, en todos los sentidos, como es Marruecos. Nosotros ya tuvimos nuestro 68 y transición democrática, en la que perdieron la vida ciudadanos de bien que murieron por una sociedad libre y con oportunidades. Puestos a arriesgar la vida, mejor morir luchando en tu país por los tuyos que cruzando un mar que no asegura el bienestar y que en muchos casos devuelve lágrimas.