Los fines estatutarios del Instituto de Estudios Ceutíes son la promoción cultural de Ceuta y el fomento del estudio e interés por sus aspectos histórico, sociológico, científico, literario, artístico, etc. Entre los medios expresamente habilitados en sus Estatutos para cubrir esta finalidad se encuentra la “convocatoria de becas, premios y otros estímulos encaminados a incentivar y reconocer la labor desarrollada por quienes se interesan en nuestra ciudad”. El fomento de la investigación y la divulgación del conocimiento generado son los dos pilares fundamentales sobre los que se asienta la actividad del I.E.C.
Durante los primeros años de su funcionamiento, el I.E.C. otorgaba ayudas económicas a proyectos concretos de investigación bajo la concesión del reconocimiento “Premios Ceuta”, cuya primera edición se desarrolló en 1970 y a la que siguieron otras hasta 1980.
Posteriormente, entre 1989 y 1999, realizaron cuatro convocatorias de ayudas a la investigación en régimen de concurrencia competitiva. Su objeto era la provisión de becas de investigación a proyectos que tuvieran como finalidad el estudio y la recopilación de nuevos datos sobre la realidad ceutí y de su entorno, procurando priorizar el tratamiento de los campos poco estudiados. En total se presentaron 79 proyectos, de los cuales 35 fueron aprobados. La dotación media asignada a cada proyecto fue de 250.000 pesetas, llegando a otorgar ayudas por un máximo de 700.000 pesetas.
En 2001 se realizó la primera convocatoria de becas para la realización de tesis doctorales, desarrollándose un total de ocho (2001, 2003, 2005, 2007, 2008, 2009, 2010 y 2011). Se recibieron 63 solicitudes y fueron aprobados 11 proyectos.
El objetivo de estas becas de doctorado era apoyar a jóvenes investigadores en el inicio de su carrera científica proporcionándoles una dotación mensual fija durante un máximo de tres años, incompatible con con el desempeño de actividades que impidiesen la dedicación en exclusiva a la realización de la tesis. De esta forma, se consolidaba una actividad científica en el ámbito de actuación del I.E.C., ya que la culminación de una tesis doctoral presenta un claro efecto multiplicador.
En 2006 se retomaron las convocatorias de ayudas a la investigación, con el objetivo de realizarlas con periodicidad anual, habiéndose completado un total de quince de ellas hasta 2020. En este periodo, el presupuesto anual destinado a estas convocatorias ha oscilado entre un mínimo de 18.000 euros (2006 y 2015) y un máximo de 30.000 euros (2018-2020), con una media de 24.478 euros un coste total de 367.175 €. El número total de solicitudes recibidas en este periodo fue de 337, habiéndose aprobado un total de 112 proyectos con una dotación media de 3.278 euros
Desde 2017, las ayudas a la investigación disponen de sus propias bases reguladoras (B.O.C.CE nº 5.677 de 12 de mayo de 2017), cumpliendo la normativa aplicable en el ámbito del régimen jurídico de las administraciones públicas y las subvenciones públicas. Regulan y concretan todos los aspectos generales de las ayudas, como su objeto, los requisitos y obligaciones de los beneficiarios, el procedimiento a seguir, la evaluación de los proyectos, la financiación y el abono, justificación y reintegro de las ayudas.
Estas convocatorias contribuyen al cumplimiento de los fines del I.E.C. fomentando la actividad investigadora sobre aspectos poco estudiados o que sean de especial interés para el conocimiento de la realidad de Ceuta y su entorno. La condición indispensable siempre es que el estudio guarde relación con Ceuta o con la región donde se ubica. Además de ciertos requisitos formales, los beneficiarios de estas ayudas sólo deben disponer de ciertos medios y capacidades para ejecutar el proyecto que presenten, que debe carecer de ánimo de lucro. No se requiere acreditar una determinada formación o cualificación profesional, por lo que estas convocatorias quedan abiertas a los investigadores no profesionales.
La selección y aprobación de los proyectos se realiza con el asesoramiento de expertos en cada materia, valorando un conjunto de criterios diferenciados que son: originalidad de la temática, repercusiones prácticas y proyección futura, pertinencia y actualización de las fuentes documentales, idoneidad de la metodología, experiencia investigadora de los solicitantes, potencialidad como publicación y adecuación del presupuesto. Además, se reconocen unos criterios adicionales para la priorización de proyectos, como cubrir los ámbitos temáticos de todas las secciones del I.E.C. y prestar especial atención a los investigadores noveles.
Sobre los beneficios de las convocatorias de ayudas a la investigación y su futuro
Cuando un beneficiario de estas ayudas concluye su proyecto de investigación y su memoria final es aceptada, se le abona el importe que reste. Si no mantiene otro lazo con la institución, en ese momento finaliza su relación con el I.E.C., al menos la estrictamente creada al amparo de la convocatoria como acto y procedimiento puramente administrativo.
Sin embargo, la realidad es que los contactos se prolongan durante el proceso de edición de la memoria, hasta que culmina con su publicación. En este sentido, se crea un vínculo permanente entre el investigador, el I.E.C. y Ceuta, que se refuerza en el proceso de divulgación de la obra, ya sea mediante un acto de presentación específicamente organizado para ello o mediante su participación exponiendo los resultados en alguna de las jornadas que el IEC desarrolla periódicamente.
En buena parte de estas ocasiones, esta relación se consolida y fructifica, y estos expertos acaban ingresando en el I.E.C como miembros numerarios o correspondientes. Asimismo, los estudios iniciados con motivo de estas convocatorias suelen tener continuidad más allá de lo contemplado en el proyecto financiado. En otros casos, investigadores que ya mantenían algún tipo de relación con el I.E.C. y Ceuta, lo que se consigue es reforzarla y contribuir a que se mantenga en el tiempo.
Es decir, en primer término se obtiene un beneficio tangible consistente en la generación de nuevos datos, la creación de una obra y el consiguiente producto bibliográfico. Pero no debe desdeñarse la vertiente inmaterial, el establecimiento de relaciones entre expertos en múltiples materias y de ellos con el I.E.C.
En cierto sentido, tanto las ayudas a la investigación como la actividad del I.E.C. en general, sirven para generar y mantener una red de creadores y científicos alrededor de la realidad y problemática de Ceuta, un conjunto de expertos dispuestos a colaborar en caso de necesidad. A la vista de los resultados y de los costes asumidos, puede afirmarse que la eficiencia es notable.
Pero siempre queda margen de mejora. En este momento, tras el bagaje obtenido en los últimos quince años, la actual Junta Rectora se ha planteado las posibles innovaciones a introducir en las futuras convocatorias de ayudas a la investigación, que inicialmente apuntan en dos sentidos: incrementar los recursos económicos asignados a estas actividades y focalizarlas en determinados asuntos o sectores.
Una de las principales oportunidades de mejora podría ser el planteamiento de convocatorias monográficas sobre determinados asuntos, de forma que se cubran vacíos de información y se mejore el conocimiento necesario para comprender ciertos fenómenos, mejorando su tratamiento y la toma de decisiones con respecto a la respuesta que merezcan. Algunas de las inquietudes mostradas hasta el momento se refieren a cuestiones tales como el desarrollo económico y las relaciones internacionales, la mejora del sistema educativo, las dinámicas sociales, la conservación del patrimonio y la problemática ambiental de Ceuta. Además se baraja la posibilidad de desarrollar convocatorias específicamente destinadas a jóvenes investigadores.
Sin ninguna duda, el carácter de Ceuta y su región funciona como atrayente para la actividad investigadora. El Estrecho de Gibraltar ha actuado y actúa al mismo tiempo como punto de unión y como barrera, una dualidad que se manifiesta en una doble perspectiva: la espacial y la temporal, la geográfica y la histórica. En primer lugar, constituye la transición entre dos mares y continentes con características bien diferenciadas, el Mediterráneo y el Atlántico, Europa y África. Por otro lado, en ciertos procesos conforma un obstáculo, a veces insalvable, que determina límites claros en causas y efectos. A todo ello se añade la peculiaridad de que constituye una de las dos únicas regiones pertenecientes a la Unión Europea situadas sobre el continente africano, lo que permite analizar las interacciones entre factores sociopolíticos y naturales bajo una perspectiva única.
En definitiva, puede concluirse que Ceuta y su entorno geográfico y sociocultural constituyen un escenario privilegiado para el desarrollo de la actividad investigadora en múltiples campos, cuyos resultados transcienden el ámbito meramente local y regional. Es una oportunidad que debe ser aprovechada y ese es uno de los retos que se marca el I.E.C. Siguiendo su principio esencial, aportar desde el conocimiento para lograr el beneficio común.
Presentación de Transfretana, hoy a las 20:00 horas
El número 8 de la revista monográfica del Instituto de EstudiosCeutíes, ‘Transfretana’, se presentará hoy a las 20 horas en la Biblioteca Pública del Estado Adolfo Suárez. En esta publicación se recopilan artículos de utilidad desde diversas ópticas sobre la necesidad de Ceuta de salir de la crisis en la que está sumergida y las posibles opciones y soluciones que aportan el nutrido grupo de colaboradores que participa en este número. * Francisco Javier Martínez Medina es vocal de investigación del Instituto de Estudios Ceutíes (IEC)