Moch Lahasen fue uno de tantos soldados marroquíes que participaron en la Guerra Civil española de parte de las tropas sublevadas y, como ha ocurrido en Ceuta con familiares de Regulares, su familia reclama a Defensa el cobro de un subsidio por "sacrificar su vida bajo la bandera española".
Lahasen se enroló en el Grupo de Tiradores de Ifni número 1, del que se retiró el 1 de marzo de 1951. Como se estableció por ley, la Pagaduría de de Pensionistas y Mutilados de Soldados Marroquíes, adscrita al Ministerio de Asuntos Exteriores de España, los familiares de estos soldados que no pasasen a las filas del ejército de Marruecos en el año 1956, tendrían derecho a cobrar una pensión.
Pero Mohamed Arfal, uno de los hijos de Lahasen, lleva 35 años sin recibirla. "Para los extranjeros, como los españoles originales hasta ahora, no me he beneficiado de ninguna ayuda establecida por todos los consulados españoles, ni de la ayuda de Tetuán, Rabat, Casablanca, Agadir y nada para vivir", explica Arfal a través de un correo electrónico.
Lahasen, según consta en los documentos hechos llegar a este periódico por su hijo, recibió una tarjeta de pensionista por parte del Consulado General de España en Tetuán, cuya fecha data de 20 de diciembre de 1973. Dos años después, el 10 de enero de 1975, nació Arfal y, según relata, en marzo de ese mismo año murió su padre.
"No me beneficié nada más que tres meses de esa ayuda", asegura Arfal. Ese fue el tiempo que convivió con su padre. Desde entonces, hay un reguero de documentos fruto de sus comunicaciones con el gobierno español que atestiguan que Lahasen fue combatiente, posteriormente un soldado retirado y que obtuvo la tarjeta de pensionista expedida por el Ministerio de Defensa.
El 24 de octubre de 1984, la misma Pagaduría Central de Mutilados y Pensionistas Marroquíes comunica a Sida Fadma Ou Moh, la viuda de Lahasen, que "no puede acceder" a las ayudas solicitadas, es decir las correspondientes a los soldados que lucharon en la Guerra Civil, argumentando que estas ayudas solo corresponden a viudas de combatientes "muertos en campaña". Lahasen falleció en condición de retirado, por lo que solo podía beneficiarse él de esa ayuda y no su familia.
Cinco años después, en 1989, el mismo órgano vuelve a comunicar, en este caso con remite a los "Herederos de Arfal Moha Ou Moha", que la transmisión de la pensión que cobraba el exsoldado a los "causahabientes" no estaba prevista en la legislación española. Deja la puerta abierta esta carta a que se podría acceder a este dinero si dicha legislación cambiase, cosa que no ha ocurrido hasta el día de hoy.
Aún con estas respuestas, la batalla de Mohamed Arfal y su familia ya dura 35 años. En este periodo de tiempo, ha seguido en contacto con Defensa y el Consulado de España en Tetuán, explicando que su padre fue combatiente y que era pensionista pagado por España. Se pregunta por qué su familia no puede seguir cobrando esa pensión y desde la Subsecretaría de Defensa en Ceuta, la respuesta fue concisa: "Ya se dictó resolución sobre este asunto, la cual le fue notificada".
Según indica por escrito, Arfal solicitó documentos para obtener la residencia en España. Por el momento, la negativa es la única contestación que ha recibido este marroquí.
En 1975 fallece Franco. En 1976 se aprueba la Ley de Reforma Política, que marca un punto y final al franquismo y abre la Democracia. En 1977 se celebran las primeras elecciones libres. En 1978 se aprueba la Constitución y desde entonces se anulan todas las leyes anteriores y comienza un nuevo ciclo.
Todo lo ocurrido con anterioridad queda sin efecto.
Esos desgraciados como padre y mi abuelo asesinado en Asturias, fueron engañados por sus hermanos, a la cabeza de los cuales, estaba el general Mohamed Mizzian. De los lemaguis, Bulhix y Bunuar de turnos, no digo nada, pero seguro que sus almas se están quemando en el infierno.
Mi padre estaba en Regulares 1 de Tetuan y nunca lo reconocieron desde 1956 hasta su muerte en 2005.
A mi que soy un jubilado de 72 años ni siquiera me otorgan visado para viajar a España y reclamar los derechos de mi difunto padre.
Mal aconsejado por alguien. ver si hay algo.
La Paga del Difunto Soldado Sr. Lahasen debía de ser Abonada a su Viuda, como todo ese tipo de Pensiones, y la ayuda correspondiente a los Hijos Habidos en el Matrimonio, mientras estos sean Menores de Edad Legal, No entiendo que el Hijo reclame una Pensión para él, a no ser que la este Solicitando para su Madre, Que sí Tendría Derecho a ella, Pero en el Caso de que la solicite para él, No va a Prosperar su Reclamación ni en España, ni en La Haya, ni en la ONU, vamos que Mejor que "De solicitarla para él", Que no pierda el Tiempo, ni le de Trabajo al Consulado que bastante Trabajo tendrá.
Únicamente si este Sr.(El Reclamante de Pensión), hubiese tenido alguna Minusvalía antes de alcanzar la Mayoría de Edad.
Mi Consejo, es que se dedique a Trabajar, y no pierda el Tiempo.
Mal aconsejado por alguien.
La dictadura aprovecho la Ingnorancia y la pobreza de esta gente utilizandolos, eran mercenarios sin saber que lo eran pagandoles un miserable sueldo, han sido indemnizados , en este caso, con la muerte.
Pues que reclamen a la momia que fue el que los engaño y con el que colaboraron para jod.. la vida a muchos españoles
Se puso en contacto con la momia, pronto recibirá su indemnización.
Le pagara la momia?
No tengas dudas.
Los soldados marroquies recibian ordenes de los oficiales españolitos asi que si el señor MOH LHSEN y sus familiares tienen todo el derecho del mundo para percibir sus derechos.
Viva españa
Viva el GENERALISIMO franco
Piden una paga por colaborar con el golpe de estado,increible el hombre no tiene culpa pero no es asi
Los perdedores, a estos hombres que fueron obligados a luchar contra la República, ni siquiera los mencionan en la memoria histórica, España un país de desagradecidos, si no que se lo pregunten a los sudamericanos
Y que mas.......?????
Una paga por matar españoles como él ... creo que ya está bien la broma.
En este caso mataba a marroquíes, sus hermanos, en la guerra civil, si, mataban a españoles sin saber que no eran sus enemigos, eran carne de cañón como tantos.