San José o Hadú, como se le conoce popularmente, es un barrio de Ceuta que mira al pasado con nostalgia, pero que sigue caminando entre los pasos de ‘los de siempre’ y el empuje de los que llegan nuevos. Una amalgama de calles, bares, comercios tradicionales y gente de todo tipo que convive en armonía, entre el bullicio del día a día y la decadente belleza de sus viejas fachadas.
Los más antiguos del barrio dicen que el nombre de Hadú se debe a una mujer que vivía en el Serrallo, donde gente de toda Ceuta acudía a comprar huevos. Al pasear por sus calles se aprecia la nostalgia, plasmada en edificios que un día fueron el latir de una vecindad que mira al pasado con cariño enarbolando como bandera el refrán de ‘cualquier tiempo pasado fue mejor’.
Entre los testigos de aquel Hadú de antaño está Hamido Mohamed ‘Frugui’, presidente de la Asociación de vecinos San José-Hadú: “En esta vecindad ya quedamos pocos de los de toda la vida. Siempre ha sido un barrio servicial, donde nos ayudamos y respetamos, y donde hemos recibido a todos los que han llegado nuevos con los brazos abiertos”, señala.
Un barrio, que Frugui recuerda como palpitante, con muchas actividades de todo tipo y una gran afición al fútbol y a los toros: “En Hadú llegó a haber hasta una plaza de toros, que la montaba Joaquín Lara, y en la que llegó a torear hasta el Cordobés”, relata.
Los de siempre, señalan que la vida ha cambiado en el barrio en muchos aspectos, aunque la esencia permanece intacta, siendo un lugar de convivencia en el que gentes de distintas culturas comparten su día a día en armonía.
“A las ocho de la mañana arranca el día en el barrio, con las madres llevando a los niños al colegio y las gentes yendo a trabajar. Las calles se llenan, las cafeterías sirven desayunos y las tertulias se suceden a cada paso. Compras, charlas en el Mercado de Abastos, guisos que humean por los balcones…, el vaivén es continuo; es una vecindad con mucha vida”, explica Frugui.
Un latir que se aprecia en establecimientos como el Café Solano, donde su dueño, Miguel Solano, sirve desayunos desde el año 2013 que llegó desde el Polígono, convirtiéndose en uno de los locales de paso y referencia de Hadú: “Es un barrio con mucho movimiento y ambiente, antes de vivir aquí tenía un concepto distinto de San José, la verdad es que se vive muy bien”, declara entre café y café el hostelero a FaroTV.
Juan Antonio Maldonado es dueño de Comercial Maldonado, una pequeña tienda de electrodomésticos que regenta desde hace cuarenta años: “La vecindad es muy buena, convivimos cristianos y musulmanes, nos conocemos y respetamos, y esto es algo que no se encuentra en muchos sitios y que nos hace únicos. Aunque han cambiado los tiempos y ya no hay esa vecindad de antes, aún se mantienen las costumbres. Aquí nos conocemos todos, la vida se hace en la calle y el pequeño comercio, aunque hay dificultades, sobrevive”, señala Maldonado.
Uno de los cimientos de Hadú es su Mercado de Abastos. Un espacio venido a menos, donde Frugui explica que antes acudían personas de toda Ceuta para realizar sus compras, llenando sus calles y puestos de ese alboroto propio de las plazas más populares. Actualmente, la mayor parte de sus puestos tienen la persiana echada, aunque los que siguen en pie, cuentan con la fidelidad de los vecinos, que acuden puntuales a realizar sus compras diarias.
Es el caso de la panadería de Sabah Mohamed, que lleva toda la vida vendiendo sus panes árabes, sus dulces y harinas a los habitantes del barrio: “Empecé a trabajar con 24 años y tengo 59. Aquí conocí a mi marido y he criado a mis hijos muy bien, hemos sido y somos muy felices”, asegura.
Erhimo Mohamed Ali es otro de los nombres propios del mercado, donde regenta una frutería; mientras pica verdura para que sus clientes preparen purés, explica que trabajar en el mercado es un no parar. Algo que lleva haciendo a diario durante décadas a la par que ha criado a sus dos hijos, al estar viuda desde hace 22 años.
A los puestos de siempre se ha sumado el establecimiento de Mohamed Ahmed Mizzian, muy conocido en San José por haber estado durante años montando un puesto ambulante en sus calles. Un trabajo de 42 años de trayectoria que recuerda como duro, por ser de lunes a sábado, lloviera o hiciera sol. Ahora, se siente agradecido por poder desempeñar su labor bajo techo, asegurando que en Hadú la clientela de toda la vida nunca falla.
Al pasear por las calles, se aprecia la mezcla de lo nuevo y lo antiguo. Tiendas modernas, junto a otras con solera, como el estanco de Miguel, uno de los establecimientos con más años de este rincón ceutí. “Llevo 42 años detrás del mostrador, a ver si este me jubilo. El barrio cambia por días, antes había cine, fiestas de fin de año…, había más ambiente los domingos que en el centro. Pero es algo inevitable del empuje de la vida. Recuerdo cuando salían los más de tres mil militares de Regulares, las colas eran interminables por todo el barrio, al estanco venían a por tabaco, sellos y postales para mandar a sus novias. Era tremendo, vendía mil postales a la semana; ahora ya ni existen”, recuerda.
Aunque Hadú encierra inagotables paradas, el Taller de José es imprescindible. Un minúsculo local, donde Ramón Carrasco sigue arreglando motos antiguas con sus propias manos: “Este negocio es el más veterano de San José, comenzó en 1952 con mi padre, José Carrasco, trabajando con bicicletas y motos. He crecido aquí, pero tras de mí acabará la saga porque hoy en día ya no quedan artesanos”, comenta.Un fiel reflejo de la realidad de un barrio vibrante, que poco se parece a otro de Ceuta.
Hadú ha cambiado, su población ha aumentado y ya no todos se saludan por la calle. Pero, aún así, sigue siendo fascinante, con un gran movimiento comercial y una esencia única que se respira en sus calles y rincones.
Están siempre en la primera línea de la batalla, aunque muchas veces en una posición…
La Guardia Civil ha decomisado en lo que va de año prácticamente tonelada y media de hachís…
El buque cisterna ‘Southern Puma’ y el 'Luisa Bolten' colisionaron el pasado sábado en aguas…
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), sindicato más representativo en las administraciones públicas,…
Los vecinos de Zurrón, en Ceuta, se sienten abandonados. Son víctimas de un completo olvido…
Examine esos dirhams que guarda en Ceuta para sus próximas compras en Marruecos porque la…