Lo advierten los propios vecinos del barrio. Unos vecinos que quieren vivir en paz y salir tranquilos a las calles, sin temor a sufrir robos, sin temor a ser asaltados. Pero de unos meses hacia acá no pueden hacerlo, denuncian que se está produciendo un repunte de sucesos en la
barriada del Príncipe de Ceuta y su entorno, sucesos que tienen que ver con la presencia, de nuevo, de delincuentes en la calle (algunos recién salidos de prisión, otros echados a la comisión de delitos fáciles al no poder obtener dinero de otra manera). Hay muchos robos que no se denuncian porque tienen como víctimas a marroquíes que intentan sacar mercancía como pueden por el Tarajal y se quedan a dormir en Ceuta. Uno de los puntos más inseguros es el de las inmediaciones de la pasarela que enlaza la propia frontera con el Príncipe. No hay luz por eso los delincuentes se dedican a la práctica de asaltos. El propio presidente de la asociación de vecinos de la barriada, Abdelkamil Mohamed ‘Kamal’, ya pidió iluminación en este punto concreto pero no ha servido para nada: no le han hecho caso. A los atracos se suman los robos en vehículos o la quema directa de coches y motos. La última ha aparecido calcinada en la barriada después de haber sido robada en otro punto de la ciudad. Los vecinos llevaban un tiempo viviendo tranquilos, parecía que la tensión se había calmado. Pero de nuevo se sienten vencidos por una sensación molesta, que les hace temer por el bienestar de sus hijos y por su propia integridad física. Reclaman más vigilancia policial, una mayor presencia en la zona. Lamentan que haya quienes no quieren denunciar los robos sufridos, en muchos casos marroquíes que viven en la clandestinidad y que sufren en silencio la pérdida de lo poco que tienen. Alzan la voz para pedir ser escuchados y conseguir una mayor vigilancia en un barrio en el que muchos de sus vecinos tan solo quieren vivir como en cualquier otro rincón de la ciudad.