El cuerpo de la ballena recuperada este jueves a tres millas de Ceuta ha terminado despiezado en el mismo Muelle Alfau, para proceder así a su traslado hasta el vertedero de inertes en partes.
La falta de medios en una ciudad marinera ha quedado evidenciada en este caso. Las más de veinte toneladas de peso y los 15 metros de largura hicieron imposible su carga. Durante toda la jornada, tras conseguir sacarla del mar, se han llevado a cabo las labores de corte hasta separarla en tres y sacarlos en camiones. Ni se va a poder hacer la necropsia que indique la causa de su muerte ni tampoco recuperar los huesos, tal y como ha explicado a El Faro, el vicepresidente del CECAM, Manuel Vera.
“La opción final ha sido el traslado a trozos, no había medios para el traslado. Se disponía de una batea pero no era viable por temas de sanidad a la hora de derramar residuos. Lo que se está trasladando es trozos, con mucho trabajo”, ha detallado. “No podremos hacer la necropsia para averiguar las causas de la muerte porque en la situación que está es imposible. Tampoco se van a poder recuperar los huesos porque está destrozada”, ha añadido. “Se carece de medios y la ciudad tampoco está preparada para estas cosas. La opción era esta”. El cuerpo sin vida de este ejemplar de rorcual fue recuperado por
Salvamento Marítimo. Estaba en el mar, siendo devorada por las gaviotas. Dejarla ahí podía provocar un accidente marítimo, de ahí que se organizó su traslado hasta Ceuta. El izado inicial pretendido no se pudo llevar a cabo debido al peso y, finalmente, no se ha podido salvar el cuerpo entero.