El ‘Premio María de Eza’ a la mujer del año 2020 ha recaído en su XXV edición en la presidenta de la Asociación Mujeres Progresistas, María Sánchez Miaja, en reconocimiento a su trayectoria constante en la lucha por los derechos de las mujeres. Y es que, la ceutí ha luchado de manera incansable y contra viento y marea por conseguir una igualdad real entre mujeres y hombres, pero a sus 78 años no se muestra cansada. Nada más lejos de la realidad, aún tiene correa para rato y promete seguir en la lucha.
–¿Qué significa para usted recibir este premio?
–Para mí es un gran orgullo que se hayan acordado de mí, además las 24 mujeres que me han precedido son grandes mujeres y no sé si seré merecedora de tal galardón, pero me siento muy feliz.
–Con este galardón se pretende reconocer su trayectoria en defensa de los derechos de la mujer desde la Asociación Mujeres Progresistas que preside, ¿cómo se funda esta asociación y en qué consiste la labor que realizan?
–Nuestra asociación va a hacer once años dentro de unos meses. Hemos trabajado siempre de forma altruista, menos en los dos años anteriores, es decir en 2018 y 2019.
–¿Cómo valoran que este año no cuenten con la subvención con la que han contado en años anteriores?
–En el año 2018 recibimos una y el año pasado también en vista del trabajo que estábamos haciendo porque trabajábamos con todos los institutos de Ceuta y con la prisión. Además, este año hemos incluido el centro de menores y el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes. También trabajamos con asociaciones que trabajan con mujeres y con asociaciones de padres y madres. Es decir, el trabajo nuestro es muy grande si lo pudiésemos desarrollar en condiciones. El año pasado firmamos un convenio con la Ciudad, con el cual me dijeron que este año podríamos seguir. Tenía una agenda enorme de todos los institutos y demás para seguir trabajando en 2020. Pero, nos retiraron la subvención, según tengo entendido porque fue una medida sine qua non para que el presidente de Vox le firmase los presupuestos. Entonces, nos hemos quedado sin técnicos, pero la asociación no está cerrada.
–¿Cuáles son sus tareas como presidenta de la asociación en la actualidad?
–Estoy yendo a la prisión como he ido siempre, estoy yendo al CETI, estoy yendo al ‘Mediterráneo’ a trabajar con chicas menores, si me llaman de alguna asociación voy a dar talleres, a la Casa de la Juventud, doy talleres cuando me lo piden, alguna asociación de padres y madres me lo ha pedido y sigo trabajando, pero lo hago de forma altruista. No recibo ningún beneficio por ello, ni lo quiero porque yo tengo mi pensión y tengo para vivir de sobra. Yo no necesito dinero para trabajar, pero para tener unos técnicos que trabajen sí. Entonces, cuando se terminó el contrato el 31 de diciembre pues se quedaron en el paro.
–Ahora la asociación al no contar con esa subvención, ¿con qué fondos cuenta?
–Fondos no tenemos ninguno, es decir, únicamente fondos propios de las asociadas que pagamos una cuota, pero nada más. Pero no nos va a cerrar la asociación porque nosotras no somos un chiringuito como nos llaman. Somos una asociación muy seria, que lo único que queremos es la igualdad entre hombres y mujeres, que luchamos contra las discriminaciones que existen todavía como la brecha salarial, el techo de cristal, la falta de oportunidades y la violencia de género, y eso no lo puede negar nadie.
–¿Se han planteado la posibilidad de hacer una recogida de firmas o algún tipo de protesta para reivindicar de nuevo esa subvención?
–No, no hemos hecho absolutamente nada porque no es nuestra forma de actuar.
–¿Cómo ha afectado esa falta de fondos al trabajo que han hecho como asociación?
–Los directores de los institutos en los que hemos estado trabajando se han llevado las manos a la cabeza. A principios de enero he tenido que escribir a todos los centros y suspender todos los talleres que teníamos programados porque no tengo técnicos. Tengo 78 años y con esa edad no puedo dar dos o tres talleres al día de lunes a viernes, eso es imposible, aunque me gustaría y no me importaría hacerlo porque el trabajo no me ha molestado nunca. Me siento sinceramente muy muy mal porque nuestro trabajo no ha sido reconocido, pero qué le vamos a hacer.
–¿Cuáles han sido los avances más importantes que han logrado como asociación en defensa de los derechos de las mujeres en Ceuta?
–El avance más importante logrado como asociación ha sido concienciar a los jóvenes, que es lo más importante, y a las mujeres que han sido víctimas de violencia de género y no lo sabían porque lo consideraban como algo normal que el marido les gritara, no les dejase salir, que les controlase todo y hemos llegado a concienciarlas de que esa no es la realidad, sino que la realidad es que todos somos iguales y que como tales tenemos que tratarnos. Además, hemos concienciado a muchísimos jóvenes, sobre todo adolescentes, no solo en materia de violencia de género, sino también en temas como la igualdad, el acoso escolar y los micromachismos.
–¿Cuáles serían los retos en los que aún habría que trabajar para mejorar la inclusión real de las mujeres en el tejido social, político y cultural de Ceuta?
–Lo nuestro es seguir trabajando por la igualdad, contra la violencia de género, por un mundo mejor para las mujeres y nada más porque no tenemos otras aspiraciones, salvo trabajar, trabajar y trabajar. A largo tiempo, quisiéramos que se acabase la brecha salarial, que no hubiese asesinatos y que no hubiese maltrato. Pero, también quiero dejar algo claro: las denuncias falsas son un 0,02 por ciento de todas las denuncias, pero si una mujer denuncia falsamente y se puede comprobar que caiga sobre ella el peso de la ley.