Varios ceutíes que navegaban a bordo de una embarcación de recreo, buscando pasar así una jornada de domingo tranquila en el mar, han sido testigos de primera mano del drama de la inmigración que afecta a diario a Ceuta. Precisamente ha sido un niño de 10 años que viajaba en este barco el que ha alertado de la presencia de un hombre en el agua que intentaba mantenerse a flote con ayuda de un flotador infantil.
La alerta del pequeño ha sido determinante para que los demás ocupantes del barco verificaran que, efectivamente, había un magrebí en el agua, a una milla de Punta Almina, intentando mantenerse a flote con una pequeña cámara como las que usan los niños en la playa. Iba con unas aletas y portaba una cazadora de cuero. El hombre, que permanecía a flote con dificultad, estaba en la bahía sur, desorientado, prácticamente dejándose llevar por el oleaje ya que las condiciones que presentaba eran impropias para nadar con seguridad.
De inmediato se dio aviso a la Guardia Civil, cuya unidad del Servicio Marítimo acudió hasta el lugar marcado por la embarcación para proceder a su rescate y traslado hasta las dependencias oficiales del Cuerpo, en donde se le tomará la filiación y se aplicará el protocolo para advertir al ERIE de Cruz Roja que movilice a sus voluntarios.
El rescate se ha podido llevar a cabo gracias a la pericia de este niño, de no haber sido porque vio al hombre en el mar y se dio cuenta de las dificultades en que se encontraba, podía haber pasado desapercibido sin calibrar las consecuencias que podía haber tenido el caso. A diario muchos magrebíes, adultos y menores, cruzan a Ceuta y terminan desviándose por zonas a donde les dirige el oleaje. Sin rumbo definido en malas condiciones intentan mantenerse a flote aspirando a que alguien los detecte.
Precisamente este mismo domingo, esta vez a cargo de la empresa Marsave, cuyos socorristas son los encargados de atender las incidencias en las playas de Ceuta, se ha procedido al rescate de otro varón que se encontraba en el agua. La empresa CentoSub ha sido la que ha dado la voz de alarma.
Ha sido en Juan XXIII, en torno a las 14:00 horas, cuando se detectó la presencia de un joven que había bordeado el espigón vistiendo pantalón corto y camiseta de las propias de baño. Los socorristas lo rescataron y procedieron a dar aviso a la Guardia Civil que se hizo cargo del joven para su traslado desde el lugar.
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