El grupo ecologista apuesta por el traslado de los residuos a la península tras los resultados de la deforestación de la vaguada.
La Asociación Virtual de Senderistas de Ceuta (AVISCE) quiso ayer sumarse mediante un comunicado a las quejas vertidas tras la deforestación de la vaguada de las Cuevas llevada a cabo por Dragados. El trabajo, primer paso del proyecto de traslado y sellado de Santa Catalina, es para el presidente de la asociación ecologista y también coordinador de Los Verdes-Grupo Verde, Juan Redondo, la “visualización del impacto medioambiental que ha producido el lugar elegido”. Algo “incomprensible” teniendo la opción de trasladar los residuos a la Península, algo que en el proyecto se descartó por el coste. Considera Redondo que se ha optado por la “vía fácil sin tener en cuenta el daño medioambiental”.
AVISCE habla igualmente de una degradación del entorno entre el nuevo vertedero que se va a crear en la vaguada de las Cuevas y la entrada en funcionamiento de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR): “Si que va haber un gran problema allí. No por lo visual, sino por lo olores que van a existir y los residuos que se producirán y que habrán que llevarlo algún sitio”.
Septem Nostra que ya presentó alegaciones al proyecto al afectar a una zona bajo la figura de protección de Monte de Utilidad Pública, mostró igualmente su malestar por no haber recibido ninguna respuesta a su alegación en el visto bueno que dio el informe de impacto medioambiental.
Una vez conocidas las quejas vecinales que provocó el desbroce de la vaguada de las Cuevas, el grupo ecologista Septem Nostra recordó que según la respuesta que habían obtenido del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino; las afecciones a los montes de Benzú y el Hacho debían contar con una autorización del Ministerio de Defensa, no sólo con la prescriptiva del órgano forestal de la administración autonómica.
La empresa Dragados ha completado la completa deforestación de la Vaguada de las Cuevas en el plazo de dos semanas. Allí se creará un nuevo vertedero al que se van a trasladar entre 240.000 metros cúbicos de basura (dato fijado en el proyecto) y 500.000 (cifra ofrecida por el director técnico) procedentes de antiguo vertedero de Santa Catalina.