Los badenes desperdigados por distintos puntos de Ceuta permiten aportar la
seguridad vial perdida ante las malas prácticas de conductores. El problema está en la colocación de estos
resaltos sin señalización, sin estar pintados en otro tono distinto al de la
carretera y en vías carentes de iluminación. Así ocurre en la avenida Ejército Español, a la altura de la instalación militar del RACA 30. El badén colocado y de gran altura, en una vía sin luz suficiente y del mismo tono que la propia carretera ya ha provocado varios
accidentes. Los ha provocado tantos en motoristas como en conductores de coches que ni siquiera eran conscientes del resalto existente. Y no, no es que fueran a gran velocidad para aquellos que se habían adelantado a dar una respuesta fácil. En una sola jornada hasta tres afectados distintos han trasladado a este periódico lo que, más allá de ser una queja, supone una advertencia de lo que puede llegar a suceder. Ya sobre el asfalto se aprecian restos de caídas, factibles en un lugar donde a la falta de luz suficiente se suma la nula indicación de dicho badén. Lo que tiene visos de convertirse en un punto negro se suma a otros lugares de Ceuta en donde faltan precisamente badenes para evitar carreras, como sucede en la entrada al Sarchal, o se echa de menos el pintado adecuado de lo que es y no es un paso de cebra, como sucede a la altura de Telefónica. Los usuarios de las carreteras, conductores precavidos que no han tenido accidentes precisamente por eso, llaman la atención sobre un punto negro que puede generar graves siniestros si no se actúa como se debe.
La falta de señalización y de suficiente luz se dan la mano para convertir este punto en peligroso, urgiendo una acción inmediata para evitar males mayores.