Más de 400 personas protagonizaron en la noche de ayer una avalancha en el lado marroquí de la frontera.
Hombres y mujeres mezclados que desde las cinco de la tarde entran ya en la frontera y hacen cola para quedarse a dormir en el lado marroquí y ser los primeros en coger el ticket. Y esto pasa todas las noches. Es una auténtica barbaridad.