El director provincial de Educación explicó este lunes que la Delegación sigue trabajando en dar una solución a los niños escolarizados en el CEIP Príncipe Felipe que viven fuera de la barriada anexa y que, por carecer de vehículo familiar han visto
muy dificultada la llegada a su colegio desde que la obra de la N-352 les obliga a dar un rodeo al Príncipe. Certificado que cualquier itinerario por la zona donde se ejecutan los trabajos es inviable, los responsables gubernamentales parecen convencidos de que lo mejor es un autobús que haga dos o tres rondas con salida desde Miramar y parada en Loma Colmenar pero no en la frontera, aunque la Administración reconozca que (“no somos ciegos”) hay estudiantes matriculados que cruzan cada día el Tarajal. Martínez, que hasta verano presidente de la Comisión de Garantía de Admisión, recordó que para obtener plaza escolar hay que presentar un certificado de empadronamiento y que todos los matriculados lo hicieron, por lo que no habrá ninguna campaña de persecución. El director negó que se pueda acusar a la Administración de haber desatendido la problemática, ya que "el 3 de septiembre ya hubo un inspector en el colegio y fue este el que pidió unos días para evaluar la situación”. Ahora se baraja dar una horquilla flexible de horarios para facilitar los transportes.