Los jubilados mayores de 65 años, los pensionistas en general, los trabajadores sin deudas con la Seguridad Social, los estudiantes jóvenes, los universitarios y los perceptores del IMIS seguirán pagando menos por utilizar los autobuses urbanos al menos hasta final de año. El
convenio suscrito entre la Ciudad Autónoma, que está dispuesta a aportar incluso más de los 350.000 euros consignados inicialmente si hace falta, y la actual adjudicataria del servicio, la empresa
Hadu-Almadraba, tiene ese periodo de vigencia aunque la concesión vencerá antes.
De los 85 céntimos en los que está situada actualmente la tarifa ordinaria, la Ciudad pagará todo en el caso de los jubilados con más de 65 años y del enlace entre autobuses para que los
universitarios puedan llegar al Campus.
A los estudiantes con hasta 28 años de edad el billete les costará 38 céntimos, dos menos que a los trabajadores y casi el doble que a los pensionistas (20 céntimos).
El acuerdo establece que los billetes bonificados no podrán ser más de 50 al mes para pensionistas y jubilados, de 60 para los trabajadores y de 40 para los estudiantes.
En todos los casos, no se podrán efectuar más recargas en su tarjeta bonificada antes de 30 días “o si pasado ese periodo de tiempo existiera un saldo igual o menor de cinco viajes”.
El convenio también contempla que podrá experimentar un aumento en su financiación con respecto a la partida de 350.000 euros reservada inicialmente a tal efecto en los Presupuestos de la Ciudad para este año.
Para el abono de las bonificaciones, la empresa deberá presentar mensualmente la factura correspondiente por colectivos “con relación de los usuarios beneficiados, el número de viajes y el coste total”.
Además, todos estos fondos “únicamente podrán ser empleados en el desarrollo de las actividades recogidas”, esto es, a “sufragar los gastos dimanantes de la aplicación del régimen de bonificaciones”.