¿Qué supone tener un vehículo así en la barriada? Los vecinos hablan y apuntan al quid de la cuestión. “En cuanto lo dejan por aquí aparecen personas que se dedican a quitarle las piezas, individuos que no conocemos y que no nos gustan. Luego tememos que vengan y lo quemen cuando ya no hay nada más que sacar”, apuntaba en la mañana de ayer un vecino de Sidi Embarek. Allí continúan algunos de los vehículos abandonados, mientras la Ciudad ya ha limpiado prácticamente en su totalidad el ‘garaje de la discordia’ que tras prenderse en varias ocasiones fuego ha sido liberado de toda la chatarra y vehículo viejo que había sido almacenado por su anterior dueño.
Ramos señala que de esta situación se ha informado a la Ciudad para que siga el protocolo establecido por ley, que pasa por esperar un tiempo legalmente establecido para poder retirarlo de la vía pública evitando así los actos vandálicos posteriores. Unos actos que no se han podido frenar, por ejemplo, en la barriada del Príncipe, que esta semana ha asistido a la quema de varios vehículos abandonados.
Protocolo y el no bajar la guardia
Los vecinos coinciden en afirmar que después de las elecciones se “ha bajado la guardia” en esto de la retirada de vehículos abandonados. Por eso piden a la Ciudad que actúen, que sigan cumpliendo los protocolos establecidos para eliminar una problemática convertida ya en un auténtico problema tanto vecinal como de seguridad. Si no que se lo digan a los bomberos, cuyos servicios se han multiplicado en el último año en lo que se refiere a la quema de vehículos. 2010 lo cerraron con más de 250 coches en los que tuvieron que sofocar las llamas y en lo que va de año se sigue manteniendo salidas casi diarias siempre en las mismas zonas: sobre todo las barriadas situadas en el campo exterior. La Ciudad se defiende recalcando que se sigue actuando, pero no es lo que piensan los vecinos que piden que se vuelva a tratar este asunto con la misma celeridad de antes del 22-M. Con la Operación Paso del Estrecho tiende a aumentar el número de coches que terminan abandonados en el puerto debido a que se encuentran en malas condiciones y sus dueños terminan utilizando Ceuta como una especie de “puerto chatarra” para su etapa final.