“Se levanta la sesión”. Pocos minutos después de iniciarse un juicio con 5 acusados por un delito contra la salud pública, el magistrado Fernando Tesón decía estas palabras viéndose obligado a suspender la vista que se había señalado para este martes en Ceuta. La presencia de solo dos magistrados (el tribunal de la Sección VI de la Audiencia lo tienen que componer tres) hacía imposible formar la Sala, por lo que se ha tenido que adoptar la decisión más sangrante que se puede tomar en el ámbito judicial, la suspensión.
La ausencia del tercer magistrado estaba plenamente justificada y con solo dos era imposible la celebración de una vista a la que habían asistido 4 acusados de forma presencial, uno esperando para declarar a través de videoconferencia además de cinco guardias civiles que se encontraban en el edificio del Ceuta Center citados como testigos.
El malestar entre los magistrados era más que evidente, también la impresión que ofrecían sus rostros del hartazgo que anida en la justicia ceutí cada vez que suceden factores externos que provocan suspensiones o retrasos de vistas judiciales sin que se adopten medidas previas para evitarlo.
En el caso de marras podía haberse hecho, ya que esta situación se había advertido con la antelación suficiente como para disponer de los recursos humanos precisos, que siempre están puestos al límite en cuanto al número de magistrados, lo que da pie a situaciones de este tipo.
La suspensión de un juicio conlleva perjuicios importantes por el desplazamiento de testigos que finalmente no pueden declarar así como el gasto económico, amén del impacto social que esto causa en la ciudadanía.
Para poder evitar el resultado que finalmente ha tenido lugar este martes se había pedido una comisión de servicio, existiendo así la posibilidad de contar con una magistrada para suplir la falta del profesional ausente y continuar con el mecanismo de trabajo del máximo órgano judicial en Ceuta: celebraciones, conformidades, deliberaciones que en algunos casos son relativas a causas con preso…
Llegada la fecha en la que se debía contar con la Sala conformada por los tres magistrados, no se ha logrado por falta de aprobación de instancias superiores. Las consecuencias las tenemos en lo ocurrido este martes en la Audiencia, donde se ha vuelto a escribir una crónica más de los perjuicios que se crean ajenos a los profesionales de la justicia ceutí.