Cinco inmigrantes de origen magrebí han sido rescatados a primera hora de este viernes tras una larga travesía por el Estrecho, ya que estuvieron más de ocho horas en el agua. Habían partido de Ceuta pasada la medianoche y han sido rescatados finalmente por la Salvamar Atria en torno a las 8:30 horas.
Fueron los propios componentes de esta embarcación –tipo kayak-, en la que viajaban cinco personas, quienes llamaron para pedir auxilio, según han informado desde Salvamento Marítimo a este periódico. Desde el Centro Zonal de Salvamento Marítimo de Tarifa dieron el aviso minutos antes de las 7:00 horas, activando en ese momento a sus efectivos. La 'Atria', con base en Ceuta, salió al rescate de estos cinco magrebíes que han sido encontrados en buen estado de salud.
Además de ser estos inmigrantes los mismos que dieron la voz de alarma para ser rescatados, fueron ellos también los que contaron su situación a Salvamento, explicando que habían salido sobre las doce de la noche de Ceuta, concretamente desde la zona de San Amaro. Así, estuvieron más de ocho horas en las aguas del Estrecho con el objetivo de llegar a la Península.
Una presión migratoria por mar que no cesa
No lo consiguieron, y cuando vieron que estaban ya en una situación límite, llamaron para que acudieran a su rescate, que ha sido efectuado por la Salvamar Atria, encargada también de trasladarles al puerto deportivo, donde han sido atendidos, como es habitual en un primer momento, por la Cruz Roja.
Sigue de esta forma la incesante presión migratoria en nuestra ciudad. Prácticamente cada día se registran rescates de inmigrantes en las aguas del Estrecho, en la anterior jornada llegaron a ser 16 las personas localizadas que iban en seis kayaks diferentes. Los intentos por abandonar la ciudad aumentan debido a la cantidad de marroquíes que se han quedado en la ciudad tras la entrada masiva de mayo, su aspiración es cruzar al otro lado. Lo hacen a riesgo de sus vidas.
La sangría a los pocos recursos económicos por parte de esta gente es insostenible. No sólo tenemos que mantenerlos sino que hay que andar buscandolos en el mar por sus caprichos, los que salen excesivamente caros.