Exigimos soluciones con atención real y efectiva en su práctica con estos colectivos doblemente vulnerables. Malas condiciones en los centros habilitados como albergues alternativos, Piniers, naves, Santa Amelia y centro de La Esperanza. Denunciamos la mala gestión y tratamiento a las personas acogidas en dichos centros. Sin apenas control últimamente de las pruebas oseométricas, nos llega información de que hay mezclados tanto menores reales como mayores identificados con edad ficticia. Menores sin mascarilla. Las habitaciones que son de las niñas están pegadas a las de los niños, y no son menores, por lo tanto hay problemas.
La crispación se puede crear cuando tienes a gente de cuarentena aquí junto a los que están supuestamente sanos.
La mayoría de los MENA tiene sarna, ellos de momento no le ponen remedio, se quejan pero no les hacen caso. Hay otros tantos que están excluidos del sistema ya sea por decisión propia o que no son aceptados en los centros, que malviven por las calles de Ceuta y deambulando por las inmediaciones del puerto y playas de Ceuta en busca de alguna oportunidad haciendo riski para poder cruzar hacia la Península, arriesgándose a morir o quedar malheridos y lesionados. Mientras tanto sabemos que la situación es insostenible por todo lo acontecido desde el día 17/18 de mayo y los goteos que siguen incesantemente sin parón radical.
Sabemos que recursos sí hay, fondos para sufragar los gastos de atención, alimentación, acogida y recursos humanos para dichas gestiones y que sí están saturados por la multitud de personas que sigue habiendo en la ciudad tanto en estos centros como por todas las calles, barriadas y descampados, organizándose como mejor puedan, montando asentamientos donde puedan y como puedan creando alarma social en gran parte de la sociedad ceutí, que con ello están creando y fomentando más odio sobre estos colectivos por el miedo que crean al estar por todos los rincones de la ciudad pidiendo, en semáforos, creando guetos en las diferentes escolleras desde la playa Benítez hasta el muelle Alfau, cementerio, Sarchal, todas las barriadas de la ciudad, que después de casi dos años de confinamientos, toques de queda, enfermedad y pandemia covid19, restricciones de movilidad, cierre de fronteras, crisis sanitaria, económica y social en Ceuta.
Con ello queremos hacer este llamamiento para que los recursos se destinen adecuadamente donde se tengan que derivar para que se vayan viendo soluciones y alternativas para la mejora de la convivencia y bienestar en Ceuta sin vulnerar los derechos de nadie, no crear malestar entre la ciudadanía de Ceuta.
A todo esto, alzamos la voz para que cambie el modelo de tratamiento, atención, asistencia y acogida para estas personas en plenas condiciones humanas. Cabe destacar que a los más revoltosos los tienen fichados, los vuelven a pillar en las calles y los llevan a Piniers y los aíslan aún con síndromes de abstinencia de toda clase de cosas, bebida, pegamento, drogas... no se les atiende como es debido médicamente y eso es lo que les crea más ira para volver a escapar y arriesgarse a morir u otra cualquier cosas, robar, meterse en más problemas, ante todo hace falta atención.