Ataque al autobús: la Policía descarta que haya sido una bala

La Policía Nacional ha descartado que “haya sido una bala” la causante del destrozo de la luna trasera del autobús que sufrió destrozos en Ceuta en la tarde de este pasado viernes, a su paso por la barriada del Príncipe Felipe.

Así lo han trasladado fuentes de la empresa municipal a El Faro de Ceuta, puntualizando que el CNP sigue investigando qué motivó ese destrozo toda vez que el impacto producido en el cristal es, cuanto menos, llamativo.

Presentada la denuncia en la Jefatura Superior, se ha abierto la investigación oportuna para conocer la causa del destrozo, pero también para dar con el autor o los autores de este nuevo ataque a un autobús del servicio público.

Inquietud, pero también tranquilidad

Lo importante, de momento, es la consideración de que se descarta que haya sido una bala, algo que había generando inquietud entre la misma plantilla. Se seguirá trabajando en la investigación de la Policía para dar claridad a este suceso que ha causado crítica no solo en el ámbito sindical sino también vecinal.

El ataque al autobús no solo hace daño a un servicio público de todos los vecinos, en este caso de los que son usuarios de la Línea 8, sino que supone además un daño a un bien de la ciudadanía en el que la Ciudad ha invertido dinero al objeto de renovar la flota con nuevas unidades que son modelos híbridos.

La Policía tratará de esclarecer qué hay detrás e intentar dar con los implicados en estos daños. En concreto destrozaron la luna trasera y aunque el vehículo estaba lleno de pasajeros, estos no sufrieron daños.

Presentación de la denuncia en la Policía Nacional

La empresa interpuso denuncia en la Jefatura siguiendo el protocolo necesario para que, así, se habrá una investigación. Después trasladó el vehículo a la cochera para ser examinado.

Además de los destrozos en la luna trasera, también hubo daños en uno de los pilotos de intermitente ubicado en la parte de atrás del vehículo.

CCOO pide convocar el Comité de Seguridad y Salud

La Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO ha solicitado formalmente a la Gerencia de Amgevicesa la convocatoria urgente del Comité de Seguridad y Salud.

“Desde el sindicato denunciamos que estos actos vandálicos suponen un riesgo inaceptable para la seguridad y salud de los conductores/as y del personal de la empresa, y exigimos la implantación inmediata de un protocolo de actuación que establezca medidas claras ante este tipo de situaciones”, indican en una nota.

“Este protocolo debe garantizar la protección de los trabajadores conforme a lo establecido en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, donde se regulan los principios de la acción preventiva y la regulación de medidas a tomar en caso de emergencia”.

Trabajadores sin garantías

Desde CCOO consideran inaceptable que los trabajadores sigan prestando servicio en zonas de riesgo sin garantías mínimas de seguridad, y advierten de que este tipo de incidentes no puede seguir tratándose como hechos aislados, sino como un problema estructural que requiere respuestas urgentes, coordinadas y efectivas.

CCOO seguirá vigilante y no descarta emprender otras acciones si la empresa no toma medidas inmediatas para proteger a la plantilla.

Preocupación

El ataque perpetrado contra un autobús se suma a otros actos de este tipo en el que lo vandálico se une a la intención de causar daño. Y no ya destrozos en el propio vehículo sino también los colaterales que pueden producirse si el conductor pierde el control de la unidad y causa otro accidente posterior.

Eso sin contar las lesiones que pueden sufrir los pasajeros por el impacto contra los cristales, así como el miedo que produce pasar por este tipo de suceso.

El sector público del transporte, afectado

De momento la Ciudad espera conocer los resultados que aporte la Policía para estar seguros de qué es lo que hay detrás de este suceso. Desde la administración local se ha trabajado mucho por mejorar la flota de autobuses, disponiendo no solo nuevas unidades ya operativas, sino trabajando ya en más con, por ejemplo, la llegada de los pequeños que unirán barriadas como la de Pueblo San Antonio o residencial La Colina.

Sucesos de este tipo enturbian la paz social, pero además suponen un frente a la normalización de servicios de tanto interés como es el propio del autobús o el del taxi, servicios que se erigen en la única forma de transporte para muchos ciudadanos.