El 23 de febrero de este año, el
Gobierno de Ceuta aprovechaba la visita de la vicesecretaria general de
Cruz Roja, Asunción Montero, para agradecer el esfuerzo de la entidad humanitaria durante la crisis de mayo de 2021. Aquel mensaje fue el que trascendió mediáticamente pero más allá se puso encima de la mesa la espina clavada que supone la situación del
antiguo hospital de la Cruz Roja. Una situación que la institución municipal siempre ha querido reactivar para dar un uso a lo que cada vez está más degradado, tal y como corroboran fuentes de la Ciudad Autónoma. La idea es retomar este tema y formar una comisión para ver qué se puede hacer. Todo quedó paralizado por las elecciones pero con el ánimo de dar por fin una salida. La Ciudad aspira a dar un
uso sociosanitario a esta infraestructura para que pueda ser empleada por asociaciones de corte social como las que aglutina el Cermi. Pero hoy por hoy no existe ningún acercamiento concreto para acelerar acuerdos en cuanto a la compra de un edificio que es propiedad de Cruz Roja y poder emplearlo para fines sociales necesarios.
Son muchas las ocasiones en las que se ha expuesto la situación del viejo centro sanitario que echó el cierre hace 13 años. Desde la retirada de los últimos elementos empezó su claro deterioro habiéndosele dado usos puntuales durante la
pandemia para acoger a los inmigrantes y conseguir el cumplimiento de la cuarentena antes del empleo de las
naves del Tarajal.
Una clínica privada o un instituto de investigación
Ya en 2018 la propia Cruz Roja anunciaba que tomaría una decisión definitiva en torno al empleo del antiguo clínico. Cinco años después y tras ese último encuentro de febrero, nada se ha concretado al respecto. Las posibilidades de venta o alquiler no han salido adelante entre otras cosas por la imposibilidad de atender las
ofertas económicas pretendidas. Atrás queda la posible venta para una clínica privada y en papel mojado el acuerdo plenario para crear un Instituto de Investigación en este lugar a propuesta de Caballas que contó con el respaldo de todos los partidos pero nunca se llevó a cabo.
El aspecto actual con una okupación al lado
El aspecto actual del antiguo hospital es el de un lugar con las ventanas parcialmente rotas, con accesos tapiados con maderas, con la antigua escalera quitada ante el riesgo de caída y con la fachada cada vez en peor estado. Al lado, la infraestructura habilitada fue okupada por menores y tras tapiarse el acceso ha vuelto a ser escenario de incursiones y acumulación de todo tipo de restos. Hoy por hoy el aspecto que ofrece es el del abandono, siendo cada vez más complicado y costoso la reutilización de toda esta zona. No solo la Ciudad aspira a reactivar este tema sino que los vecinos residentes en el entorno también reclaman una recuperación visual del mismo dada la degradación actual que choca directamente con otros edificios modernos como las mismas oficinas habitadas por la propia entidad humanitaria.