“Zona catastrófica”. Así quieren varias asociaciones y personalidades públicas amazigh (bereberes) que el Gobierno declares las áreas que resultaron afectadas por el terremoto que sacudió el pasado 8 de septiembre la región del Atlas y que causó casi 3.000 muertos.
En un comunicado, que ha circulado este miércoles con la firma de 315 asociaciones, argumentan que esta decisión “tendría efectos jurídicos que beneficiarían a la población dañada”.
Tras analizar lo sucedido tras el seísmo, las asociaciones han denunciado la situación de “pobreza y marginación” que sufren estas zonas, situadas al sur de Marrakech, “debido a años de exclusión antes y después de la independencia”.
Si bien reconocen la “implicación de las instituciones del Estado en las operaciones de rescate”, también señalan tanto el “retraso” como la “improvisación” que reinaron durante las primeras horas de la tragedia.
Las asociaciones han querido aprovechar la oportunidad para elogiar “la solidaridad de la sociedad marroquí que envió ayudas a las poblaciones afectas”, al tiempo de pedir que haya “un censo transparente de las víctimas y de las casas dañadas”.
En este sentido, las asociaciones reclaman que haya una “solución urgente” para el alojamiento temporal de los damnificados en condiciones óptimas ante la llegada de la temporada de lluvias y nieve.
Asimismo, los firmantes han exigido “una participación efectiva de la población local y la sociedad civil en el diseño y la ejecución de los proyectos de reconstrucción y desarrollo integral de las zonas afectadas por el sismo, respetando su patrimonio cultural y lingüístico amazigh (bereber)”.