La Asociación de Consumidores Halal de Ceuta (ACOHACE) ha quedado inscrita en el Registro Público de Asociaciones de Consumidores y Usuarios de la Ciudad. Este hecho se produce tras su inscripción en el Registro Territorial por parte de la Delegación del Gobierno, el pasado 7 de febrero.
Según indicaron desde la propia entidad, el registro en la Ciudad se ha realizado tras quedar acreditado “el cumplimiento de los requisitos exigidos en el Reglamento”.
De esta forma, ACOHACE “da por cumplidos los trámites legales para el inicio de su actividad en Ceuta”.
La propia Asociación de Consumidores Halal de Ceuta ha informado que tienen como fundamento la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios y otras leyes complementarias, así como por lo dispuesto en sus Estatutos y demás legislación vigente y concordante que le sea de aplicación.
Además, entre sus fines se encuentran “la educación, orientación, información, defensa y representación de los consumidores y usuarios a ella afiliados, asociados o simpatizantes”.
Asimismo, tiene entre sus objetivos “promover por todos los medios a su alcance la formación de los consumidores y usuarios, de modo que sean capaces de efectuar la elección entre los bienes y servicios, con pleno conocimiento de sus deberes, derechos y responsabilidades”.
También tratan de “difundir y defender los derechos de los consumidores y usuarios que compran o utilizan bienes y servicios para su uso individual, familiar o colectivo y resultan afectados por los diferentes aspectos de la vida social que inciden directa o indirectamente en el consumidor o usuario, integrando el fomento y la defensa de la igualdad de género en las acciones encaminadas a la protección de los consumidores”.
Por último, han concretado que orientarán su acción “a la constante mejora cualitativa de las condiciones de vida de los consumidores y usuarios, tanto social, cultural, religiosa y económicamente”.
Sin comentarios. Ya mañana constituimos la asociación de consumidores de tostadas de jamón de pata negra con aceite puro de oliva y rodajas de tomate con café mañanero. A ver qué subvención, local y demás aportaciones públicas nos dan.
Los animales sacrificados de esa forma desprenden una gran cantidad de adrenalina y cortisol, dandole un sabor nada agradable, prefiero comer carne con la etiqueta de bienestar animal.