El presidente del Colegio Oficial de Médicos de nuestra ciudad, el doctor Enrique Roviralta, precisa en esta entrevista las dos principales preocupaciones que tienen, como son la formación y las agresiones, además de otro asunto esencial como es la falta de especialistas. Habla muy claro y apunta soluciones dentro de ese aspecto de colaboración que tienen con las instituciones sanitarias.
-¿Cómo está de salud el Colegio Oficial de Médicos de Ceuta?
-Es un anciano de casi 90 años y que tiene una gran tradición, pero que goza de una gran salud porque detrás cuenta con vocación, ilusión y profesionales que han elegido una carrera de vocación. El Colegio de Médicos es ese nexo de unión de los más de 300 profesionales que ejercen esta profesión en nuestra ciudad.
-El Colegio, desde su llegada a la Presidencia, tiene una mayor presencia en la vida social de Ceuta…
-Detrás de un colegio hay una junta directiva que la conforman más de diez profesionales, pero sobre todo si no contáramos con el apoyo de los más de 300 profesionales, el Colegio no tendría función social ni visibilidad social. Hemos intentando dar un giro de más presencia en la sociedad porque es la finalidad principal de un Colegio profesional.
En definitiva, ser el garante de la buena praxis médica ante el ciudadano.
-¿En Ceuta existen muchas denuncias por la mala praxis médica?
-Las denuncias por la mala praxis médicas son, en el caso de Ceuta, más quejas que denuncias. Van contra el profesional y a veces son injustas porque el profesional no deja de estar dentro de un sistema que está saturado. Debemos centrarnos en el sistema que atiende a una población ingente y además la medicina es mucho más compleja hoy en día que hace cuarenta años.
Nos encontramos con una sociedad que es más exigente que antes con los servicios que se presta a la ciudadanía.
-¿Hacia dónde han ido los objetivos de esa mayor presencia del Colegio de Médicos en la sociedad ceutí?
-Por un lado, formación no sólo a los profesionales, sino también a la sociedad. Lucha contras las agresiones, porque cuando se produce una agresión se está agrediendo al propio sistema sanitario, además de colaboración con las instituciones en todo lo que se nos pida.
-¿Se hace todo lo posible por parte del Ingesa en el tema de las agresiones?
-Es un lacra que también es nacional. Ataca a uno de los pilares del Estado de bienestar como es la Sanidad. Debe hacer más el Ingesa, el propio Ministerio del Interior activó la figura del interlocutor policial sanitario, la legislación también reformó el Código Penal para que dentro del delito de atentado se introdujera igualmente al personal sanitario y al docente.
El personal médico es el más agredido, pero han llegado a existir a costureras y personal de mantenimiento”
-¿Quiénes padecen más las agresiones dentro del sistema sanitario?
-No pretende ser un ranking de ver a quién pegan más, pero ciertamente el personal médico ha sido el que más ha denunciado estas agresiones. No se escapa nadie. En las denuncias recogidas hay celadores, personal de mantenimiento y hasta costureras.
-Ahora se cuenta con un arma esencial como es el cambio en el Código Penal. ¿Ello ha ayudado?
-Sí ha podido influir cuando después hay una condena ejemplarizante. El problema para mí es más de base. Hay que revisar el tema de la educación social. A lo mejor es un sistema que no ha sabido adaptarse a los tiempos modernos (dando explicaciones si existe una demora, si se está en una sala de espera informarle de que su familiar está siendo atendido), pero también es un problema de incremento de la falta de respeto.
En el tema de las agresiones hace falta formación a la sociedad y a los profesionales”
La sociedad se va volviendo más exigente y aunque pongamos penas no lo vamos a cortar. Nosotros también abogamos por una prevención. Queremos que se prevenga la agresión.
-¿Cuál sería ese plan de prevención?
-Viene desde el aspecto social donde a los niños se les enseñe el respeto a la autoridad, al médico y la profesor. Pero también hay que intentar campañas de concienciación pública y avisando de las consecuencias que tiene. Al personal también hay que formarlo en el manejo de conflictos y prevención de agresiones, sin olvidar las soluciones técnicas como el botón antipánico o cámaras de vigilancia.
-¿El Ingesa forma al personal para manejar estos conflictos o está dispuesto a la instalación de medidas técnicas?
-Lo hace parcialmente. Se tendría que hacer un plan de riesgos, de manera que se incida en determinados servicios o en determinados centros de salud donde existe un grado mayor de agresiones. Hay una mayor presencia de cartelería, pero no solo por la Administración, sino también por las organizaciones profesionales y los sindicatos.
Se debería realizar una mayor formación, pero más individualizada, porque no es cuestión de una formación teórica como práctica. Muchas veces un personal que esté formado en esas técnicas demuestra que rebajan el riesgo de que se materialice esa agresión.
-¿El problema de la falta de profesionales va a ser un mal endémico que nunca va a tener solución?
-Reconocer que es un problema endémico significa que tiramos la toalla. Ceuta y Melilla deben ser declaradas áreas de difícil desempeño y cobertura. Que se reconozca que es difícil atraer y mantener a los médicos. Una vez hecho eso hay que hacer un plan de choque de medidas para que a esos médicos les sea atractivo venir y quedarse en Ceuta. Hace un año y pico nos lo prometió la anterior ministra y hasta la fecha no se ha hecho.
-¿Han existido contactos con la nueva estructura del Ingesa?
-Ni siquiera la estructura orgánica de Ceuta está conformada y también han nombrado a otra nueva ministra. En breve tendremos los presidentes de los Colegios de Ceuta y Melilla y el presidente del Consejo General de Colegios de Médicos de España una reunión con el director general del Ingesa.
No podemos resignarnos. Hay que ser optimistas con el futuro de la Sanidad en nuestra ciudad”
Puede ser el momento idóneo para saludarle y hacerle ese planteamiento. Es sano hacer un planteamiento directo.
-El presidente del Consejo General de Colegio Médicos se está volcando con Ceuta y Melilla
-Al doctor Serafín Romero nada más que puedo darle las gracias. Hicieron un pleno del Consejo General en Ceuta, convocó una Asamblea General específica para realizar un apoyo directo a que las dos ciudades fueran declaradas áreas de difícil desempleo y cobertura.
Somos esas hermanas pequeñas a las que se nos aprecia mucho.
-¿Qué se necesita en Ceuta para que los médicos se puedan formar realmente?
-El nivel de exigencia que da el Ministerio de Sanidad para que se pueda formar un especialista es alto, ya que debe estar homologado y su formación debe ser idéntica a si se formara en La Paz.
En Ceuta actualmente se forman médicos de familia y médicos de Trabajo y en el grado de Enfermería se forman matronas. ¿Se podría ampliar? Pero no creo que sea la panacea ni una solución definitiva.
-¿La calidad asistencial en Ceuta es buena?
-Creo que es muy buena. El personal médico da lo que tiene y más. Si ésto tira es por la vocación.
-¿Y la medicina privada?
-Si los problemas de la pública es que faltan profesionales es una circunstancia que se acentúa en la privada. La mayor parte de los profesionales que trabajan en la privada provienen de la pública. Hay quejas.
En Ceuta, dentro de la medicina privada hablamos de un colectivo importante, ya que tanto los profesionales de las Fuerzas Armadas y funcionarios tienen esa modalidad privada.
-¿Hay que ser optimistas con el futuro de la Sanidad ceutí?
-Es fundamental ser optimistas. No podemos resignarnos. Deben servir los problemas para indignarnos y exigir en Madrid. Optimistas, pero realistas.