Transformar el puerto deportivo de Ceuta para darle un aspecto diferente. Es el objetivo de la empresa a cargo del uso y explotación de sus instalaciones, un propósito que no es un mero capricho según traslada el propio director gerente de la entidad, Mehdi Amin.
El nuevo proyecto de remodelación cuenta con una inversión de cinco millones y medio de euros, así como con el diseño de lo que será este espacio en el futuro. La previsión es que se dé el pistoletazo de salida a las actuaciones una vez pasado el verano de 2025 “siendo optimistas”, tal y como indica.
Esta ejecución plantea distintos cambios en los pantalanes, las verjas de acceso e incluso la zona de los locales. El plan incluye también añadir modificaciones que permitan hacer que su actividad sea más respetuosa con el medio ambiente y la incorporación de una zona ajardinada para hacerlo más atractivo y otra dedicada al ocio familiar. La idea es “construirlo de nuevo” con el espacio que hay disponible actualmente.
Los trámites ya están en proceso y estiman que podrán ponerse manos a la obra con las diligencias previas a las ejecuciones dentro de cuatro meses. El arranque está pendiente de la concesión de una ampliación como gestora del propio puerto. A la compañía actual le quedan 12 años más por delante.
Esta responsabilidad caduca en 2036. Sin embargo, esta apuesta económica puede abrirles la puerta a doce más al frente de la marina ceutí de tal modo que rebasarían el máximo inicial de veinticuatro. “Corresponde por ley por la cantidad de inversión que se hace. Tendríamos unos 24 años más, nos iríamos al 2048”, especifica.
El transcurso de esta reforma no va a suponer, en principio, ningún inconveniente. Solo existiría más traba en lo que son las puertas de acceso. Sin embargo, no va a “afectar mucho”. Estas verjas “ya están preparadas, por lo que se colocan en unas dos horas”, comenta.
“El usuario lo único que va a tener es a los operadores trabajando por allí, pero ellos podrán entrar y salir como hasta ahora. A quien más podría repercutirle es a los inquilinos de los locales, porque se derriban los de abajo, pero antes de dar este paso, se harán los nuevos, se los trasladará y luego se tirarán”, explica.
“No va a parar la operatividad de las infraestructuras”, asegura. Es esta razón por la que tampoco está en su mente efectuar estas labores en horario nocturno. “Se hará en un turno normal, sin tener que hacer un esfuerzo. No lo pensamos ni creo que sea necesario”, añade.
Son varias las metas las que se persiguen con esta reconstrucción. La primera de ellas es la mejora de las prestaciones de su servicio a los clientes para que disfruten de unas instalaciones mejoradas, lo que se extiende al acceso a los pantalanes, estas propias plataformas, sustituir las torretas por otras nuevas y crear una especie de “centro comercial abierto” en la zona del muelle norte.
No solo se actúa en lo que ya existe. Este proyecto implica añadir más espacios o estructuras. “Esto está enfocado también en convertir el puerto en un centro de negocio. Al fin y al cabo, es un generador de los mismos y de riqueza. Una vez termine y estén todos los establecimientos ocupados, se llegarán hasta a unas 500 personas empleadas”, cuenta.
“Considera que es bastante interesante seguir esta vía. Al final, es otra parte importante de la ciudad donde poder pasear o emprender para los que quieran hacerlo, adquiriendo un local y, para los que ya están establecidos, ofrecerles un punto más crítico. Con los precios, al no ser tan altos como lo serían en la Paseo las Palmeras o en el de Revellín”.
Es la metamorfosis más ambiciosa, según Amin. Gimnasio al aire libre y cubierto, pista de pádel y de ‘pickleball’ son algunas de las novedades. “El cambio más ambicioso se dará en el muelle norte. Es donde antes estaba el cementerio de barcos, en la marina seca. Ahí irá un edificio de oficinas, así como estas instalaciones deportivas. Es donde más se va a ver la transformación”, apunta.
Contará también con un área verde, una delimitación ajardinada llena de plantas.
“Más que una oferta hostelera, es que haya servicios, Hay gente que va a estar trabajando ahí. Si van a pasear, tiene que haber una cafetería. No es una remodelación para convertir esto en un sitio de hostelería, ni mucho menos. De hecho, esta no representará ni siquiera el 30% del valor total de la operación. Es como una especie de centro comercial abierto”, expone.
“Hay cuatro locales y dos de ellos tienen varios pretendientes. De hecho, ya tenemos cartas de interés que hemos pedido que nos entreguen. Iniciado el plan, firmaríamos un contrato de reserva. Los de abajo, son los que hay ahora, El Fondeo y El Muelle”, relata.
Respecto al edificio destinado a oficinas “hay personas que han presentado un escrito por una superficie concreta. Algunos de la primera planta, otros de la segunda. Hay también una empresa que quiere tenerlo entero. Existe bastante interés a pesar de que no lo hemos publicitado”, detalla.
Esta plataforma va a ser sometida también a una serie de actuaciones. Los amarres de acceso se renovarán. Son, en concreto, nueve los que tendrán un aspecto completamente distinto al actual. Asimismo, serán sustituidas las puertas de acceso.
“Actualmente son metálicas con una verja muy desfasada”. Estas serán inoxidables, con cristales y con un interfono para poder llamar al personal en caso de precisarlo.
El sistema eléctrico también será modificado en gran parte y sufrirá una serie de mejoras. Ya se han dado algunos pasos para hacer que su uso sea más sencillo y cómodo. “Ya tenemos red wifi en todo el puerto tras una inversión de 7.000 euros. Se ha potenciado la seguridad con la ampliación de más horas y el sistema de cámaras de seguridad”.
El varadero también es parte de estos cambios. “Ya hemos encargado una grúa grande, el travelift, para subir embarcaciones de hasta 15 metros y vamos a colocar boxes nuevos para habilitar otra zona de trabajo para los mecánicos externos que prestan el servicio aquí”.
No solo se dan beneficios dentro de este plan. Ya de antemano están inmersos en realizar una serie de transformaciones. “Las torretas estarán en un par de semanas para colocarlas. La carretilla elevadora en tres o cuatro meses nos lo dan y el torito lo compramos este año. No dependen de esta iniciativa”.
Igualmente, se han incorporado máquinas en la zona de aparcamientos, baños y duchas nuevas, así como el aparcamiento para autocaravanas. “A nivel de usuario de puerto, evidentemente lo van a notar bastante, ya lo están notando, porque las inversiones que afectan a usuarios de puerto, esas ya se están acometiendo”, puntualiza.
La idea es implantar una desaladora como fuente de agua, así como la instalación de placas fotovoltaicas para que el grueso de la infraestructura funcione a través de esta energía renovable.
La primera serviría para regar los jardines, limpiar los barcos y también para las propias duchas. “Va a ser un ahorro y se evitará el desperdicio de este recurso”, menciona. Las segundas son para los edificios y los locales con la finalidad de que el “consumo sea prácticamente al cien por cien de producción propia”. A estos dos pilares para tratar de hacerlo más sostenible se une la inclusión de plazas para vehículos eléctricos con puntos de recarga.
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