La Autoridad Portuaria de Ceuta ha colocado este jueves la primera piedra de su futura
Estación Marítima, que tardará dos años en construirse con un presupuesto de 16,5 millones de euros financiados en la mayor parte por fondos europeos para ofrecer a la principal
puerta de entrada y salida de la ciudad un entorno más funcional y seguro en el que el caudal de embarques y desembarques quedará totalmente separado. Las infografía visual elaborada por la institución que dirige Juan Manuel Doncel ya permite dar un paseo virtual por la infraestructura que se levantará sobre el actual aparcamiento de empleados y que irá adosado a la fachada noroeste de la actual, con la que se conectará a través de la planta baja. Parte de la mismo “colonizará” el inmueble existente “para la sala de embarque en la planta alta”.
La nueva terminal se distribuirá en dos plantas, una primera de acceso donde convivirán “espacios de uso público y privado” y otra superior “de carácter público con acceso controlado destinada fundamentalmente al viajero" con una superficie total de nueva construcción de casi 5.500 metros cuadrados y un total de 10.000, más del doble que la existente. Los flujos de pasajeros quedarán separados de manera que “no exista interacción entre llegadas y salidas”. En la planta baja se localizará un amplio vestíbulo, la zona comercial y la zona privada destinada a las fuerzas de seguridad y los vigilantes privados. En la alta se ubicarán las salas de embarque y preembarque, área de desembarque y otras zonas de uso privado para los Cuerpos de Seguridad. El acceso principal al inmueble, acristalado en tonos azulados y con estructura antitrepa para contener la presión migratoria, se situará en la fachada sureste, frente a la zona de entrada al recinto, cerca de la puerta a la terminal actual con una marquesina de enlace hasta la zona de parada de taxis.
El edificio contará, además, con tres accesos secundarios, uno junto al edificio existente para uso privado de la terminal; otro como salida de evacuación y uno más a la zona controlada del puerto para emergencias y uso de la Policía Nacional, que conecta sus dependencias con la zona de control de vehículos. El nuevo edificio se conectará con el existente a través de dos puntos en la zona privada de la planta baja que conducirán a las áreas de las oficinas de las navieras y venta de billetes. En esta parte se invadirá una superficie de 37,5 metros cuadrados para ejecución de una escalera de evacuación de la sala de embarque de la planta alta, con salida a la zona de actual venta de billetes. En la planta alta parte de la actual sala de embarque se unirá a la del nuevo edificio en una superficie de 505 metros cuadrados. La urbanización del conjunto reordenará y jerarquizará los flujos de peatones y vehículos “sin discontinuidades” a partir de la rotonda de la avenida de Juan de Borbón, en la que también se actuará cambiando el actual sentido de circulación entorno a la plaza central frente a la terminal. En el entorno se dispondrán dos aparcamientos de uso público para unos 280 vehículos, una zona de parada rápida de vehículos, otra para 25 taxis, siete dársenas para autobuses y espacios para emergencias y carga y descarga.