Desde que el pasado 22 de enero, M.B.H., alias ‘Canty’, se escapó de los calabozos del Palacio de Justicia de Ceuta, la
Policía Nacional había emprendido una particular carrera de fondo para dar con él. Era objetivo prioritario, era objetivo también complicado debido a la cantidad de informaciones que manejaban los investigadores sobre su paradero, muchas de ellas confusas que había que ir discriminando previa comprobación. La vigilancia en torno a los lugares donde podía estar escondiéndose no cesaron. Los dispositivos se montaban en las barriadas en donde se presumía que el fugitivo podría estar teniendo la cobertura necesaria para no ser detenido. Pero toda fuga tiene un final, y la del ‘Canty’
terminó en la noche del viernes al sábado, en una casa de la barriada del Príncipe, tal y como lo adelantaba El Faro de Ceuta.
Hasta 32 policías formaron parte del operativo para detenerlo, después de que tuvieran constancia no solo de que estaba en el Príncipe, sino de la vivienda que le servía para esconderse. En torno a las doce de la noche, rodearon la casa y la asaltaron, localizando en su interior a ‘Canty’ y al llamado H.B.A., ‘Huta’. El primero, de 25 años,
con un auto de entrada en prisión por su presunta relación con el crimen de Yalal ‘loco’, ocurrido en diciembre, y un nuevo delito de quebrantamiento de condena sobre sus espaldas al haberse escapado. El segundo, de 24, al que la Policía le vincula con un presunto delito de encubrimiento ya que lo responsabilizan de la ocultación en esa vivienda del que era objetivo prioritario de localización para las fuerzas de seguridad.
Un total de 32 policías participaron en la entrada en la casa donde estaba oculto
‘Canty’ ingresó a las 15:00 horas en la cárcel, previa puesta a disposición judicial a las once y media de la mañana bajo un dispositivo de seguridad mucho mayor del dispuesto cuando escapó. De momento está en cuarentena sanitaria en el departamento de ingresos en donde permanecerá 10 días, de acuerdo con el protocolo de Instituciones Penitenciarias. ‘Huta’ todavía tiene que ser puesto a disposición judicial para que sea la autoridad la que dictamine su entrada o no en la prisión de Mendizábal.
La detención de ambos no fue sencilla. Cuando los agentes decidieron ‘asaltar’ la vivienda, había varias personas en su interior además de individuos en el exterior. No obstante la cantidad de agentes desplegados evitó cualquier generación de altercados como en otras ocasiones se han producido para evitar detenciones o, al menos, complicarlas.
Los trabajos de investigación no terminan aquí, ya que queda por detener a la pieza principal: al identificado como autor del crimen y que está en busca y captura. Él fue el pistolero que quitó la vida a la víctima, ya que uno de los al menos 3 disparos que efectuó le entró por un costado y tuvo orificio de salida por el cuello, generando unas lesiones mortales. Los sanitarios nada pudieron hacer para salvarle la vida en el Hospital.
En estos trabajos policiales han participado agentes de la Policía Judicial, de la UDYCO y de la UPR, coordinados para intervenir después de que se hubiera concretado el escenario donde se encontraban los sospechosos. En el operativo de la pasada madrugada se requirió apoyo de la UIR de la Policía Local, algo que ha querido ser destacado por la Jefatura Superior de Policía en un comunicado que remitió a los medios de comunicación en la mañana de ayer.
Han sido dos semanas de intensas vigilancias en distintos puntos bajo sospecha
En el mismo comunicado se ha querido resaltar que ‘Canty’ tuvo que ser trasladado al Hospital debido al forcejeo que mantuvo en el transcurso de su detención. Además de la investigación por el crimen, tiene varias causas pendientes por las que deberá acudir a los juzgados ya que se le relaciona con la agresión a policías locales fuera de servicio en el Poblado Marinero, amén de que se le detuvo en la famosa operación llamada Perla Costa que fue ejecutada por la Guardia Civil hace unos meses en distintos puntos del sur peninsular y en Ceuta.
Durante el tiempo en el que este detenido estuvo en los calabozos y el momento de su traslado al juzgado, los ocupantes de un vehículo estuvieron circulando en el entorno de ambos puntos, dirigiéndose en voz alta usando el apodo del arrestado. Los agentes de la Policía habían blindado todas las zonas, incluso escoltando el traslado de la ‘lechera’ con el fugitivo al juzgado.