La zona del
Paseo de las Palmeras que colinda con el
Santuario de Nuestra Señora de África está siendo escenario de una
intervención arqueológica. Al respecto, el arqueólogo municipal, Fernando Villada, explicó que la renovación en la red de saneamiento que discurre por esta vía de Ceuta propició esta intervención. “Esta es una zona de máxima protección arqueológica por su alto valor patrimonial y además, contigua a la muralla declarada bien de interés cultural. En los últimos 20 años se han realizado varias intervenciones arqueológicas en la proximidad de la muralla de este paseo que han puesto de manifiesto la importante información que se custodia en el subsuelo”, señaló en declaraciones a este medio. Asimismo, contó que las obras en este enclave dieron comienzo el año pasado antes de Navidad Es más, está previsto que para finales de febrero se termine la primera fase de esta cata arqueológica, aunque el análisis de los restos recuperados en la excavación puede llevar hasta varios años. “Es un trabajo de equipo, ya que aunque todos los arqueólogos poseen unos conocimientos básicos en la disciplina, cada uno se especializa y profundiza en una determinada parcela de conocimiento o en un determinado periodo. Es un trabajo ilusionante y a la vez exige asumir una gran responsabilidad”, como indicó Villada. Además, remarcó que en la arqueología nunca hay un plazo de tiempo fijo, solo estimado, para realizar una excavación ya que este puede variar en función de lo que se vaya encontrando y de cuestiones completamente ajenas a la propia excavación, desde la aparición de aguas subterráneas hasta la lluvia. Eso hace que sea complicado establecer plazos muy rígidos.
“El fin último de estas excavaciones es reconstruir el proceso de ocupación de este espacio a lo largo de los siglos y, concretamente, saber cuándo fue construida la muralla que vemos actualmente. Por el momento, en esta intervención se ha excavado hasta niveles del siglo XVI, pero aún queda por seguir investigando”, afirmó. “Las piezas recuperadas en la excavación son trasladadas, convenientemente etiquetadas, a los almacenes para su posterior limpieza, clasificación y estudio. Cuando este termina, ingresan en el
Museo de Ceuta”, según informó. De hecho, en Ceuta hay miles de piezas recuperadas en anteriores intervenciones arqueológicas que se han desarrollado en la ciudad desde mediados del siglo XX, pero que no son exhibidas por falta de un espacio adecuado para ello. Por eso, se aprovecha para realizar exhibiciones temporales, como la que hay actualmente abierta en la sede del Museo de Ceuta en el paseo del Revellín, en la que se muestran algunas de ellas. “En concreto, en este caso son las piezas recuperadas en una excavación en la calle González de la Vega y que nos dan pie para contar la historia de la Almina de Ceuta”, detalló.
Actuaciones anteriores
Una de las obras realizadas en este enclave fue a principios de 2022 cuando se pusieron en relieve unos hallazgos arqueológicos descubiertos en el transcurso de la intervención en la zona que colinda con la plaza de la Constitución y que no se habían previsto en un inicio. El consejero de
Fomento en aquel momento, Alejandro Ramírez, recordó que se hizo una inversión de 200.000 euros para mejorar este punto cuyo pavimento se encontraba en un estado deplorable, provocando quejas de usuarios, vecinos y comerciantes. La obra se extendió en el tiempo más de lo debido, por lo que pidió disculpas, apuntando a novedades no previstas como el hallazgo de esos restos. Ramírez insistió en que la obra se ejecutó en los plazos previstos pero el problema radicó en la aparición de dificultades. De hecho, había 50.000 euros contemplados para esas modificaciones y los problemas derivados de un asfaltado que debe retirarse, estimándose que en menos de un mes estaría terminada la actuación para recuperar la zona.
Exposición de hallazgos cerca de la Almina
Con la finalidad de dar a conocer parte de la colección permanente de la Sección de Arqueología del Servicio de Museos de Ceuta se organizó una exposición que se puede visitar en el edificio del Revellín. En esta ocasión, el período elegido es la Edad Moderna y la secuencia histórica que se aborda es el cambio acaecido en el entorno de la Almina, tras los acontecimientos desencadenados por el cerco de Muley Ismail (1694-1727) y el posterior desarrollo urbanístico de la zona. Concretamente, el material objeto de la exposición fue recuperado en una intervención arqueológica desarrollada en la calle González de la Vega número 7.