La Audiencia Provincial de Málaga ha condenado a 24 años y medio de cárcel al danés M.C. por el asesinato, con alevosía y precio, del vecino de Ceuta, Karim D.A., conocido como ‘Caimán’, quien recibió un disparo en la
cabeza en marzo de 2017 cuando circulaba con su motocicleta en Marbella. El asesino le disparó aprovechando que iba de ‘paquete’ y después de hacerle parar mediante engaño, al indicarle que una de las ruedas del vehículo estaba desinflada, forzando así a la víctima a que bajara y se inclinara para comprobar tal detalle, momento que el condenado eligió para ejecutar el plan.
En la sentencia, a cuyo contenido íntegro ha tenido acceso El Faro de Ceuta, se condena a M.C. a 22 años y medio por el delito de asesinato; otro año más por uno de tenencia ilícita de armas y otro por un delito de hurto. El despacho de Navas Abogados ha ejercido la Acusación Particular en este caso, defendiendo los intereses de la familia de Karim D., que dejó viuda y dos hijos. Junto a las penas de cárcel se contempla el pago de 300.000 euros en concepto de indemnización, 100.000 para cada miembro de la familia.
El Tribunal del Jurado consideró a M.C. culpable de los hechos. No tuvo dudas y su veredicto ha sido ahora plasmado en sentencia por el tribunal de la Audiencia. El pistolero, de nacionalidad danesa, fue detenido por la Policía después de haberse fugado del país, en uno de sus regresos a España. No le constan antecedentes penales pero sí que había empleado varios nombres para camuflar su identidad y que ejecutó el crimen por encargo, con alevosía y a cambio de una recompensa.
Se aprovechó de la confianza de la víctima, ya que esta lo conocía, para subirse a su motocicleta. Según el relato de hechos probados, partieron de la cafetería Smallworld de Marbella y tras recorrer unos 1.500 metros en dirección a Puerto Banús, a la altura de la Casa El Balcón de la urbanización Lomas Río Verde alto, el asesino indicó a Karim, a quien todos conocían con el apodo de ‘Caimán’, a que comprobara el estado de una de las ruedas. Así lo hizo, momento en que aprovechó para sacar su pistola, arma corta semiautomática, y dispararle en la cabeza. Se recoge en la sentencia que apuntó en la nuca y le disparó a bocajarro, sin que hubiera posibilidad de defensa por parte de la víctima.
Murió prácticamente al instante. Tenía 30 años. El autor le robó después, quitándole un bolso tipo bandolera y los teléfonos móviles que tenía. Tras el crimen se fugó del país, pero a su vuelta fue arrestado en Fuengirola.
Ha quedado acreditado que ese asesinato lo hizo por encargo de otras personas que no han sido identificadas y que lo realizó a cambio de un dinero. Lo que el Jurado no pudo dar como cierto es que perteneciera a una organización criminal.
En la
pena dictada por la Audiencia ha quedado claro que el asesinato se produjo por sorpresa, atacando por la espalda, de noche y desde el asiento trasero de la motocicleta de la víctima. Le disparó sin permitirle siquiera defensa, por lo que el fin pretendido de su actuación era claramente causar la muerte y lo haría por motivos económicos.
Se aprovechó para tal fin de ese conocimiento entre ambos, de esa confianza. Algo que fue determinante porque la víctima era una persona ‘per se’ desconfiada, según relató su familia en el Juicio con Jurado que se celebró con anterioridad.
El ataque del danés M.C. fue mortal de necesidad y vino a terminar con la vida de este joven, rompiendo también la de sus familiares.
El fallecido fue vecino de la barriada Miramar hasta que se desplazó a Marbella. Su cuerpo fue enterrado en el cementerio de Sidi Embarek. Nada más producirse el asesinato, la Policía Nacional inició una investigación que terminó con la identificación del pistolero y posterior detención aprovechando su regreso a España. La Policía lo tenía plenamente identificado y así pudo atraparlo.
Las claves
El crimen: Se aprovechó de la confianza Víctima y asesino se conocían, por eso el autor se aprovechó de la confianza de este para dispararle en la nuca, sin dejar capacidad alguna de defensa. En la condena se deja de manifiesto que el autor actuó con alevosía y con precio, porque también se resalta que ese crimen se hizo por encargo aunque no se ha podido determinar quiénes fueron las personas que pudieron estar detrás.
Jurado. Veredicto: culpable El tribunal del Jurado no tuvo dudas a la hora de considerar al acusado culpable de los hechos, tanto del asesinato como de un delito de tenencia ilícita de armas y otro de hurto. Lo que no deja probado es que formara parte de una organización.
Sentencia: De la Audiencia de Málaga El tribunal ha sido el encargado de recoger la pena acorde con estos hechos probados. Tiene en cuenta además la edad de la víctima y que dejó viuda con dos hijos a la hora de fijar las indemnizaciones que también les corresponderán a los tres por los daños sufridos por la pérdida de un padre. Todo queda recogido en el fallo judicial ya notificado.