Agentes de la
Guardia Civil intervinieron varios paquetes pequeños con droga, que habían sido arrojados al espacio entre vallas, en pleno perímetro fronterizo que separa Ceuta de Marruecos. El peso global de los tres paquetes
no alcanza el kilo de hachís, pero esa no es la clave sino el lugar por el que se arrojó la mercancía, una zona muy poco habitual de la línea fronteriza lo que apunta a que podría estar haciéndose algún tipo de prueba para proceder a la introducción de mayor cantidad de narcóticos.
La intervención se recoge como hallazgo de droga al no haber detenidos.
Desde el cierre de la frontera del Tarajal, hace más de un año, se está procediendo a la búsqueda de alternativas para la introducción de hachís en Ceuta y, una de ellas, es el empleo de drones para el trasvase de pequeñas cantidades de droga. Pero también queda la introducción de paquetes pequeños intentando sortear el vallado o introduciendo la narcótica sustancia por huecos o aprovechando el desarrollo de las obras de impermeabilización del vallado que comenzaron hace año y medio con la retirada de las concertinas y la colocación de los llamados peines invertidos.
Intervención de la Guardia Civil y la Agencia Tributaria: 560 kilos de hachís
Este viernes, la Agencia Tributaria y la Guardia Civil
intervenían 560 kilos de hachís en una operación conjunta desarrollada en el Estrecho, a unas diez millas del litoral. Fueron lanzados por los ocupantes de una narcolancha que buscaban así deshacerse de la prueba, tal y como sucedió hace unas semanas. Finalmente, los ocupantes de la embarcación escaparon. El operativo comenzó cuando la embarcación de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria y la patrullera del Servicio Marítimo de la Comandancia de la Guardia Civil de Ceuta se encontraban a unas diez millas del litoral realizando sus funciones propias de control y vigilancia marítima, tal y como explica en una nota el Instituto Armado.