La policía marroquí arrestó este miércoles a tres presuntos terroristas leales al Estado Islámico por el asesinato, a principios de este mes en Casablanca, de un policía de tráfico a quien hirieron durante su turno de noche, le robaron el vehículo y su arma y quemaron luego su cuerpo.
Dos de los presuntos terroristas fueron detenidos en Casablanca y el tercero en Sidi Harazem, en la periferia de la ciudad de Fez, y los tres habían jurado fidelidad recientemente al Estado Islámico y "estaban decididos a participar en un proyecto terrorista local",informó este miércoles la Dirección General de Seguridad Nacional (DGSN) marroquí en un comunicado.
Las detenciones se produjeron esta madrugada en una operación de la Policía Judicial de Casablanca en coordinación con la Dirección General de Vigilancia Territorial (DGST, inteligencia interna marroquí) y a dos de los arrestados se les imputa a autoría del asesinato, que según fuentes oficiales consultadas se produjo a principios de este mes.
El objetivo de los detenidos era matar a un agente y apoderarse de su arma para robar luego un banco, cuya ubicación ya habían planeado, con el objetivo de quedarse con el dinero de la entidad, según la fuente.
Uno de los detenidos en Casablanca y el de Fez son quienes llevaron a cabo el asesinato del policía, a quien tendieron una emboscada mientras trabajaba en una vía durante la noche, tras lo que le hirieron con armas blancas, según la DGSN.
Los vínculos con organizaciones terroristas internacionales
Le robaron también el arma y el coche y quemaron luego su cuerpo en una zona de campo, explica el comunicado, que añade que estas dos personas se coordinaron con el tercer detenido, el cual "tenía los mismos planes extremistas" que ellos, para ocultar pruebas incendiando el coche de la víctima.
En los registros llevados a cabo durante la operación policial, los agentes se incautaron de las armas blancas usadas en el crimen y recuperaron las esposas y el arma de agente asesinado, que estaba escondida en un lugar seguro de Casablanca para, asegura la nota, usarla en su siguiente atentado.
Los sospechosos permanecen detenidos en la policía y la Fiscalía correspondiente está investigando sus posibles vínculos con células u organizaciones terroristas internacionales, así como intentando identificar a otros posibles implicados.
El cuerpo del policía fue encontrado el 2 de marzo calcinado en un canal de desagüe en la localidad de Had Soualem, en la periferia de Casablanca, tras desaparecer un día antes de su trabajo, según informó la prensa marroquí en su momento.
El asesinato causó entonces conmoción social y fue ampliamente comentado en las redes sociales, donde los marroquíes mostraron su solidaridad por la muerte del agente.