Hacía tiempo que nos hablaban de la creación de un gran puerto en Marruecos, una obra sin precedentes y una referencia en el transporte marítimo tanto de mercancías como de pasajeros. El enésimo revés a nuestro puerto y el gran mazazo a la economía de la Bahía de Algeciras. Pues sí, con un importante despliegue de banderas al viento fue inaugurado el puerto de TangerMed la semana pasada.
La multinacional danesa Maersk-Sealand (llamada así desde 1999 por la unión de las dos empresas), es la reina del transporte marítimo de contenedores, dominando el sector a nivel mundial gracias a su gran flota de buques, terminales y acaparando también otros sectores importantes como el transporte de petróleo, gas, automóviles e incluso el transporte militar de Estados Unidos. Hasta ahora el gigante de los mares había jugado a nuestro favor pero su marcado carácter expansionista les ha llevado a recortar gastos, bajar el tráfico de contenedores hasta en un 25% en Algeciras y optar por aliarse con el gobierno marroquí, construyendo una gran plataforma, abaratando costes y con la exclusividad de su labor garantizada.
Mientras, al otro lado del estrecho comienza a recortarse una actividad asentada, con miles de puestos en el aire y con la promesa de que una empresa surcoreana moverá el mismo volumen de mercancías con una gran inversión hasta 2015, siendo, por otra parte, un dato sospechoso que la actividad en el puerto de Algeciras haya subido en el 2010… (tiempo al tiempo).
Un varapalo más para una comarca golpeada por el paro, la contaminación (con el gran debate sobre la salud de la población de fondo y nadie haciéndose cargo) y la inmigración ilegal. Así ira decreciendo el tránsito de contenedores de mercancías de la empresa danesa en Algeciras en beneficio del nuevo puerto de Marruecos, que obtendrá más capacidad a medida que vaya desarrollándose.
Y en el otro lado de este triángulo del Estrecho de Gibraltar, nosotros. Puerto con aires de haber vivido tiempos mejores y reinventándose a sí mismo para ser reclamo de los cruceros, migajas turísticas que dejan los grandes destinos. En otro tipo de actividades contamos con proyectos aún por realizarse y que mantienen vivo el espíritu del futuro de nuestro puerto. Así nos hemos acostumbrado a la operación tránsito como la época con más movimiento (que también se reducirá en el presente año por la conexión Tarifa-TangerMed mucho más cómoda para los magrebíes que vienen de Europa). De tal forma se bajará el número de conexiones y el personal en tierra no será tan grande como en otras ocasiones por no haber tanta afluencia…
Pocos resquicios nos quedan para verle cierta visión positiva al nuevo puerto… pero intentemos darle la vuelta o manejar otras opciones que no sean tan negativas: En primer lugar el llamado TangerMed se encuentra tan sólo a 18 Km. (sí no se engañen está justo detrás de la playa de Punta Cires) y a nada más y nada menos que a 33 Km. de Tánger capital. La cercanía a Benzú sería aun mayor en caso de que se comunicara con una carretera por la costa, suponiendo un acercamiento de Ceuta a un área que tiene que crecer en población. También es interesante por las oportunidades laborales que podría ofrecernos una zona en clara expansión, sin perder de vista la oportunidad para nuestras empresas de establecerse en el amplio abanico de servicios que se adivinan necesarios entorno al nuevo puerto. Tampoco debemos olvidar la procedencia de los ejecutivos de las multinacionales, más cercanas a la vida, costumbres y comidas occidentales, virtud más próxima a nuestra ciudad española que a Marruecos.
Aprovechar esa opción, más cercana a la idea de comarca que a la de llorar las penas por nuestro posición desafortunada, beneficiándonos de nuestras opciones y haciendo caso omiso al Reino Alauí en sus peticiones sobre Ceuta y Melilla (provocadas por España y por la fragilidad del gobierno Zapatero que da la imagen de una nación que está en las últimas y muestra cierta esperanza para la carroña oportunista). Tratar las relaciones con Marruecos de tú a tú sin aguantar desafíos ni órdagos absurdos es una cuenta pendiente. Una oportunidad única para establecerse unas relaciones que viven momentos de expectación en cuanto a la evolución de los yacimientos de gas hallados en el mar entre Tánger y Larache por Gas Natural y REPSOL, uniéndolos a tantas iniciativas empresariales de capital español… aunque sin duda sería largo y tendido analizar la balanza de colaboración con Marruecos y su respuesta (pesca, agricultura, transporte, energía, educación, telecomunicaciones, emigración, empleo etcétera…).
Barajar las opciones y ponerlas sobre el tapete es una responsabilidad de todos, sin cerrarnos al crecimiento de nuestra ciudad, abiertos a los cambios estructurales del mundo cercano y habituándonos a la continua transformación y desarrollo de nuestro región más próxima para la progresión de nuestros intereses.