Nueva protesta de argelinos y marroquíes residentes en el
CETI. Este miércoles, un amplio grupo de residentes ha salido a la calle para concentrarse ante las puertas de
la Delegación del Gobierno en Ceuta para reclamar que puedan salir a la Península, sobre todo después del
dictamen del Tribunal Supremo que concluyó el derecho de los solicitantes de asilo cuya petición ha sido admitida a trámite de poder moverse libremente por el territorio nacional. En torno a 70 personas, según la Policía, todas magrebíes, protagonizan esta marcha que se ha iniciado desde el centro de estancia temporal del Jaral, que tiene como objetivo visibilizar la protesta que tantas veces han denunciado: el bloqueo que sufren ya que en las salidas que se organizan los viernes no se les incluye, salvo casos aislados de familias argelinas. Entre los manifestantes hay inmigrantes que llevan prácticamente un año residiendo en Ceuta, algunos incluso superan este periodo. No les permiten la salida aunque hayan pedido protección. Disponen de los documentos que, en base a la sentencia del Supremo, serían suficientes para poder moverse libremente, pero todavía no se les permite salir aduciendo que el Ministerio de Interior está estudiando dicho dictamen judicial.
Entre los concentrados también destacan los integrantes del colectivo de transexuales que se ven atrapados en el CETI pero con una situación de presión mucho mayor. Estas personas indican que además están recibiendo agresiones de todo tipo y no se encuentran protegidos en el centro en el que permanecen acogidos. Es por ello que, de nuevo, los residentes del CETI han buscado como única alternativa el salir a la calle y dirigirse hacia la Delegación del Gobierno para solicitar una mediación, para pedir que se interesen por estos problemas y que puedan abandonar el recinto del Jaral que ahora tiene una ocupación menor al número de plazas establecidas. Las únicas vías para escapar de Ceuta son las irregulares, el subirse a los kayak o embarcaciones con las que arriesgan sus vidas. Son varios los compatriotas que han desaparecido en esa ruta seguida para dejar atrás esta ciudad, que solo la contemplaban como puente para poder cruzar el Estrecho y marchar con sus familiares a distintos países de Europa donde residen. Los argelinos se han repartido en la plaza de los Reyes, separados entre sí y ante la vigilancia de la Policía.