Un argelino del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Ceuta (
CETI) se encuentra ingresado en el Hospital Universitario después de que esta pasada madrugada fuera atacado por otro interno, causándole un corte profundo en el cuello de 30 centímetros que podía haberle costado la vida. Utilizó para ello una navaja de afeitar y unas tijeras de peluquero, según los datos que ha podido conocer El Faro de Ceuta. El agresor, M.L., de nacionalidad
marroquí está acusado de homicidio en grado de tentativa. El herido, de gravedad, fue evacuado al
Hospital en donde se le operó de urgencia. Tal y como ha confirmado
Ingesa a este periódico, presentaba un corte en la cara anterior del cuello que requirió de la intervención quirúrgica desarrollada sin problemas. La víctima, de 22 años, es argelina. Este también tuvo que ser atendido pero de heridas leves y en el ambulatorio José Lafont. Ahora está detenido por la Policía a la espera de su puesta a disposición judicial y de contar con el informe sanitario que deba realizarse sobre el alcance de las lesiones sufridas. De momento Ingesa no ha concretado que vaya a ser necesaria una evacuación a la Península. Los agentes del Cuerpo Nacional de Policía tuvieron que intervenir tras recibirse aviso de una reyerta grave en el CETI, ubicado en el Jaral. Los dos inmigrantes se estaban golpeando, lo que llevó a la rápida intervención de los agentes de servicio. Dada la gravedad de lo sucedido, se tuvo que avisar a una ambulancia que procedió al traslado urgente del herido de mayor gravedad, ingresando directamente para su rápida atención. Por parte de la Policía Nacional no se ha concretado el motivo de esta reyerta, que se inició tras una violenta discusión entre los dos protagonistas de la misma. Por la zona en la que se produjo el corte podía haberle costado la vida a la víctima. En el lugar de los hechos se recogieron las dos armas empleadas. Tras la publicación de la noticia por este periódico la Jefatura Superior ha remitido una nota de prensa en la que concreta que los agentes llegaron a temer por la vida de la víctima. Al agresor no le constan detenciones previas.