Los trabajos de trasvase de arena del Tarajal a la
playa del Chorrillo comenzaron esta semana, respondiendo así al plan de acondicionamiento que fue anunciado por la
Delegación del Gobierno de Ceuta, como parte de las actuaciones contempladas tras el temporal que azotó la costa ceutí a principios del pasado mes de abril. Durante esta jornada inicial se pudieron observar tres camiones haciendo el recorrido desde el Tarajal hasta la playa del Chorrillo, transportando arena que estaba siendo nivelada por otra maquinaria habilitada para este fin. Aunque se esperaba que estos trabajos comenzaran a mediados de esta semana, ha sido este lunes cuando se dio inicio a lo que se considera la mayor actuación de rehabilitación y acondicionamiento de las playas de la ciudad autónoma nunca vista en Ceuta. Como parte de estas labores se contempla, entre otras cosas, que las playas de la Ribera, Chorrillo y Benítez recibirán áridos del banco que generan las corrientes junto al
espigón fronterizo del Tarajal, siendo estos trabajos ejecutados únicamente de lunes a viernes, para así minimizar molestias de los usuarios.
“Las actuaciones principales consistirán en el aporte de áridos procedentes del banco que generan las corrientes desde toda la bahía sur junto al espigón fronterizo del Tarajal en las playas de la Ribera, el Chorrillo y Benítez [hasta en la del Trampolín, si es factible], las más concurridas, y en Santa Catalina, donde se va a recuperar para el disfrute de la ciudadanía el tramo más cercano al parque periurbano, donde colapsó la extensión del dique de contención que bordeaba el antiguo vertedero”, fue lo que explicó el director de Costas, Diego Martínez a El Faro. Hay que recordar que tanto las carreteras como las playas fueron las más afectadas como consecuencia de los fuertes vientos y las lluvias que se registraron en la ciudad a principios de abril. Otra de las actuaciones es la intervención en la bahía norte, que incluirá la retirada del dique colapsado por el temporal de abril junto al parque periurbano de Santa Catalina, donde se ganará un nuevo espacio de ocio junto al mar para la ciudadanía con la retirada de materiales antrópicos depositados tras el sellado del antiguo vertedero y el aporte también de áridos. En lo que respecta a la explanada de Juan XXIII, esta deberá ser objeto de una restauración integral en su frente marítimo por el peligro de desplome que sufre en su parte más cercana al agua.