Colchones, electrodomésticos, material de obra, basura, coches abandonados y quemados… y las incontables bombonas de butano de
Marruecos que aparecen ya en cualquier lugar de Ceuta demostrando así el auténtico trasiego de las mismas que se producía por la frontera del
Tarajal. Todo esto conforma el otro paisaje de la ciudad, el que permanece a pesar de las constantes llamadas de atención del Gobierno local, de ciudadanos y de los propios trabajadores de la limpieza. El incivismo es tal que termina desvirtuando completamente la imagen de muchos barrios.
Ocurre en la zona de
Arcos Quebrados, convertido en una auténtico homenaje a lo que es un
vertedero sin tener que serlo. Hasta aquí han llegado máquinas especiales para retirar toda la basura, para quitar los restos que se confunden casi con las faldas de las casas. Una labor que dura días porque vuelve a ser la elegida para depositar todo tipo de restos y para albergar incendios provocados. No solo los vecinos han protestado, también los Bomberos han hecho informes denunciando esta situación, porque ellos son los que deben acudir veloces hasta el lugar cada vez que se produce un incendio provocado. Ya han advertido de las bombonas de butano que se encuentran y han alertado del riesgo de incendio. Pero nada, las soluciones no llegan y las imágenes se repiten por más que se actúe o se ponga en marcha un plan de choque.
Acumulación de residuos de todo tipo
El incivismo se ha sumado a la ristra de problemas que arrastra Ceuta, convirtiéndose en una lacra. Los residentes de las casas cercanas reclaman ayuda porque se ven obligados a convivir con la inseguridad y la insalubridad del terreno. Un recorrido gráfico por la zona demuestra el grave problema que se vive en este punto pero que se extrapola a otros constantemente denunciados por residentes próximos.