Se conocieron muy jóvenes y empezaron a salir cuando eran adolescentes. Tras catorce años de relación, los
deportistas de Ceuta,
Hamza Maimon --jugador de
fútbol sala en el Ribera Navarra de primera división-- y
Nora Harrous --jugadora de
balonmano en el Ramón y Cajal-- se casaron en una ceremonia en
Tetuán. Además, ella fue sorprendida por sus compañeras con una celebración en un polideportivo de Tánger coincidiendo con un torneo. En pleno viaje de luna de miel, de camino "a Tailandia y Vietnam", cuentan que se conocieron de pequeños en la ciudad autónoma. "Ceuta es pequeño y todos nos conocemos. Coincidimos en un Campeonato de España y además yo era amigo de su hermano", recuerda Maimon.
Catorce años después, "contentos y felices" se dieron el sí quiero en Tetuán. "Lo hicimos allí, con nuestra cultura, y sobre todo porque tenemos familia en Ceuta y Marruecos y era lo más operativo". Contaron en la boda con compañía de "amigos de todo el mundo". "Es una de las suertes que te da el deporte. Vinieron compañeras de Nora de cuando jugó en Madrid, colegas de Cuba y también de otros clubes en los que he estado. Fue un día súper bonito", resume el jugador de fútbol-sala.
A ella sus compañeras la sorprendieron con una celebración coincidiendo con un torneo de balonmano en Tánger, en un polideportivo: "Era algo que me hacía mucha ilusión", cuenta. "Muy contentos y felices", describen su relación como "bastante sana". Una de las claves está en la comprensión de los efectos que la exigencia del deporte puede tener en la otra persona: "Que los dos seamos deportistas hace que contemos con ese punto de vista. Ella es más comprensiva que yo, pero nos entendemos bien e intentamos relativizar la importancia del deporte. Lo realmente relevante es nuestra vida privada", resume Maimon.
A pesar de lo apretado de las agendas de ambos, han conseguido sacar "dieciocho días" para irse de luna de miel, antes de volver a la actividad deportiva, ya con un anillo en el dedo.