S e irían a una zona de guerra? ¿Se apuntarían a una ONG a sitios en los que la malaria, el cólera o cualquier enfermedad mortal fuera una realidad cotidiana? ¿Serían voluntarios en un país devastado por la guerra y el odio? ¿Acudirían de escudos humanos para que las bombas y misiles no alcanzaran el blanco elegido? ¿Se alistarían para luchar en cualquier parte del mundo contra la esclavitud, la ablación, la persecución de personas por su identidad sexual, sus ideas o su oposición al régimen?
Apuntarse a un bombardeo, convivir con el sonido de las balas, dormir contando las veces que suenan las sirenas, codearse con la muerte en cualquier parte y en cualquier momento. ¿Existen? ¿Dónde se encuentran? ¿ Para qué lo hacen?
Al menos siete trabajadores cooperantes de la ONG World Central Kitchen (WCK), del chef José Andrés murieron anoche en un bombardeo Israel e Israel que participaba en una operación de ayuda humanitaria.
El gobierno de Netanyahu achaca “ el incidente” a un “grave error” al creer que en él viajaban dos milicianos armados del grupo palestino Hamás, según las primeras conclusiones de la investigación del Ejército israelí.
El Chef declaró que “en realidad fue un ataque directo contra vehículos claramente identificados cuyos movimientos eran conocidos por todos en las FDI [Fuerzas de Defensa de Israel]”.
El ministro de economía de Israel dijo que los comentarios de Jose Andrés eran “disparates” Israel no tiene como objetivo de ataque a las personas que vienen a brindar asistencia.
Cito textualmente las palabras del Chef José Andrés que, en una rueda de prensa que dieron la vuelta al mundo, no pudo contener las lágrimas.
“Han llegado noticias de que miembros del equipo de World Central Kitchen han muerto en un ataque de las Fuerzas de Defensa de Israel mientras trabajaban para apoyar nuestros esfuerzos humanitarios de entrega de alimentos en Gaza.
Estas son personas (ángeles) con las que serví en Ucrania, Gaza, Turquía, Marruecos, Bahamas, Indonesia. No son personas sin rostro, no son personas sin nombre”.
No más pérdidas de vidas inocentes. La paz comienza con nuestra humanidad compartida. Tiene que empezar ahora, pido que se dejen usar “los alimentos como armas” y que se pare de “matar a civiles y cooperantes”.
El holocausto debe continuar hasta que no quede nadie y Gaza sea arrebatada a los palestinos. La estrategia del fuego amigo, del error por un despiste del ejército más poderoso de la tierra puede tener una explicación: “No os queremos aquí, os avisamos de lo que haremos con los cooperantes, no permitiremos imágenes de niños, ancianos, hospitales y mezquita destruidas se propaguen en contra de este gobierno que lo que quiere y busca es una convivencia real con los palestinos. Europa miente, las naciones Unidas mienten. Israel es el ejército más humanitario del mundo y busca la paz mundial allí donde interviene. Los terroristas están por todas partes, Gaza debe ser destruida. Queda advertida la comunidad internacional”
El caleidoscopio es un escudo humano al contar esta historia.
“Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero los hay que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles”.
Bertolt Brecht.