El Salón Internacional de la Edición y del Libro de Casablanca (SIEL), que se celebra cada año a mediados de febrero, ha sido aplazada a una fecha posterior por las limitaciones impuestas por el coronavirus.
El ministerio marroquí de Cultura anunció que el aplazamiento se debe a las características de esta feria, que tiene lugar en un espacio cerrado donde se reúne un público muy numeroso de todas las edades, creando así un entorno propicio para la propagación del virus.
En 2020, por ejemplo, casi 500.000 personas visitaron los pabellones del SIEL, que se celebran en las naves de la Oficina de Ferias y Exposiciones, y durante los diez días de la feria hubo más de 1.100 actividades culturales abiertas al público.
No ha sido ninguna sorpresa, porque todas las actividades culturales -festivales, conciertos, ferias, conferencias o debates- han ido anulándose una tras otra desde la declaración de la pandemia en marzo de 2020.
Incluso las salas de cine y teatros continúan cerradas desde hace diez meses, al igual que los polideportivos o gimnasios, mientras que los cafés y restaurantes se mantienen abiertos pero con horarios muy restringidos.
Hasta hoy, las cifras de la pandemia son relativamente bajas en Marruecos: se han registrado 437.332 contagios, con una tasa de curación de 92,7%, y ha habido 7.355 fallecidos por el virus.