“Hay que ser fuertes”. Este fue el mensaje que la Decana de Ciencias de la Salud, Milagrosa Olmedo, ha dado a la comunidad universitaria de Ceuta, después de conocer la trágica noticia de que el cuerpo de Manuel Tundidor apareció sin vida en las labores de búsqueda llevadas a cabo tras su desaparición en Ecuador.
Sus compañeros quisieron darle un último adiós, concentrándose en el patio del Campus Universitario, donde las muestras de dolor eran visibles. Olmedo ha pedido fortaleza al alumnado y ha puesto a su disposición toda la ayuda y el apoyo emocional que necesiten para sobrellevar la pérdida de un compañero tan querido, afirmando que este será “el año de Manuel”.
“Queremos unirnos al dolor de la familia de Manuel, al dolor de los compañeros que han estado cuatro años con ellos y darle las gracias a todas las personas que han tenido una muestra de condolencias con nosotros. Seremos fuertes”, pedía a sus alumnos, ya que “se lo debemos a él y a todos los que están en Ecuador”.
La Decana también quiso agradecer el apoyo que han mostrado las autoridades españolas, locales y estatales, así como las ecuatorianas, que se han volcado en la búsqueda de Manuel, desde que desapareciera el pasado viernes en las proximidades del río Napo, en la amazonia ecuatoriana.
Agradeció especialmente a la Universidad de Chimborazo por su “extraordinario” comportamiento y al Ministerio del Exterior, a través del consulado español en Quito, por su implicación en las labores de búsqueda. Igualmente se refirió a la Universidad de Granada, al presidente de la Ciudad y a la delegada del Gobierno, quienes ya les han trasmitido “su dolor y su pesar”.
Tras el mensaje de la Decana, los compañeros de Manuel se fundieron en un aplauso a modo de despedida. Los abrazos no pararon de sucederse para intentar buscar el consuelo ante semejante pérdida, ya que muchos guardaban la esperanza de que ‘Lete’, como todos le conocían, pudiera aparecer con vida.
Rocío Hernández, compañera de Manuel, reconoce que esta noticia ha terminado con todas las esperanzas de que volviera “sano y salvo a casa”. No obstante, “dentro de lo malo ha aparecido, puede volver a España y su familia tiene un sitio donde ir a llorarle, como se suele decir”.
Conocieron la aparición de Manuel a través de los seis compañeros del campus que aún permanecen en Ecuador. Han sido días muy duros, de seguimiento en redes sociales y permanente contacto con el resto de compañeros, que han vivido de primera mano la búsqueda del joven.
Una sensación de impotencia, ya que sólo podían seguir la búsqueda a través de las noticias que recibían desde Ecuador, y que ha terminado en un triste desenlace.
La decana les ha pedido ser fuertes y ellos tienen claro que Manuel siempre estará en su recuerdo, su sonrisa, su alegría, confesando que siempre que se pongan sus uniformes de enfermería, se acordarán de él.
A esta concentración para despedir a Manuel también se han unido las autoridades locales, quienes han mostrado su pésame y apoyo en nombre de la Ciudad de Ceuta, coincidiendo en que este hecho ha sido una gran pérdida para la comunidad.