Tras semanas de trámites por parte de la empresa encargada de los envíos de muestras biológicas a la Península, parece ser que ya se ha solucionado el problema que estaban teniendo para adaptarse a la nueva normativa de Aduanas y que impedía la salida de estas pruebas a los laboratorios de referencia al otro lado del Estrecho.
Parece que se ha solucionado el problema y que no vamos a tener que vivir otro lamentable episodio como el que ya han sufrido los pacientes de Ceuta al ver que las pruebas que le efectuaban se echaban a perder, bloqueadas en Aduanadas, por un trámite burocrático.
Una situación que nunca tendría que haber llegado al extremo de que muestras tan importantes como analíticas específicas o biopsias llegaran a bloquearse o echarse a perder, primando un tema de pura documentación sobre la salud pública. Por ello no es de extrañar que la Ciudad llame a la sensibilidad ante un tema como éste, en el que está en juego la salud de los ceutíes y donde se tenía que haber tenido en cuenta las características geográficas de nuestras ciudad y las limitaciones con las que cuenta en materia de infraestructura sanitaria por la falta de espacio y el número de habitantes.
Dicen que el problema está resuelto y que la documentación solicitada por la empresa ya se han obtenido para seguir operando.
No obstante, no se esconde el temor de que este problema se pueda repetir en un futuro, quizás con otro cambio de la normativa que afecte en mayor medida a Ceuta, una ciudad que requiere que algunos de sus servicios sean resueltos al otro lado del Estrecho.
Ante esta cuestión, hay que apelar al sentido común y sobre todo a la salud pública y las repercusiones que conllevan estas decisiones.