El calvario de Anuar llegó a su fin. Volvió a pisar un
terreno de juego después de más 365 días. Sufrió una
rotura de
ligamento cruzado en la rodilla derecha en un partido de entrenamiento con el Burgos. El pasado domingo, el jugador natural de Ceuta, ingresó al césped del estadio José Zorrilla en el minuto 78, disputando sus primeros minutos después de una larga lesión. Cuando sales de una lesión y vuelves al terreno de juego, siempre es especial y más para un futbolista que ha pasado todo este año más en el gimnasio que en el verde. Anuar Tuhami disputó alrededor de 15 minutos en el
derbi castellano que enfrentó a su Real Valladolid contra el Burgos, donde los vallisoletanos se impusieron por un contundente 3-0. No había mejor escenario para Anuar que la vuelta a los terrenos de juego contra el mismo rival con el que jugó el partido que se lesionó: el Burgos. A día de hoy el jugador caballa recuerda todo su proceso. En el partido intersemanal contra el Eldense, Anuar fue convocado pero a pesar de no disputar minutos es positivo que esté con el grupo, de esta forma el entrenador uruguayo cuenta con él y tendrá su oportunidad a lo largo de la temporada.
Calvario de la lesión
Un ligamento cruzado en la rodilla derecha es difícil de sanar y complicado de volver porque siempre está el “miedo de recaer” afirma Anuar. La lesión ocurrió en un partido en un parón de selecciones cuando el Valladolid estaba en Primera División, “el club organizó un partido contra el Burgos para no perder el ritmo y a los 15 minutos hice un mal gesto y fue ahí cuando noté la rotura”, indicó. Este tipo de situaciones ocurre habitualmente en el mundo del fútbol, y la mente juega un factor fundamental en este tipo de acciones, algo que Anuar era muy consciente: “Perderte la temporada, cuando estabas en tu mejor momento no fue fácil para mí, se te viene el mundo encima pero he sabido salir adelante gracias a la ayuda de mi familia y del club”, subrayó.
La temporada 2023-2024, Anuar empezó la pretemporada al margen del grupo, no fue un proceso fácil puesto que “necesitaba ganar fuerza en la rodilla para poder entrenar con los demás”. Anuar subraya que ya está al cien por cien, y que “estoy deseando jugar y tener la oportunidad, me ve bien y ya estoy a disposición del míster para cuando lo crea conveniente, salir y darlo todo”, explicó. Una oportunidad que tuvo lugar el pasado domingo, donde el entrenador Paulo Pezzolano le dio entrada por Monchu. Es uno de los capitanes junto a Jordi Masip y Sergio Escudero, ya que el ceutí lleva desde los 13 años en el club.
Relación con Pezzolano
La relación con el míster es “buena, siempre me ha transmitido cosas buenas y que podía ayudar al equipo”, reflexionó Anuar. Recuerda como llego a Valladolid siendo un niño y “en el que he crecido y superado todas las etapas, he conseguido mi sueño de jugar en Primera División y también lograr un ascenso”. Muchos factores le han hecho que Valladolid sea su segunda casa, afición, club “me han respetado mucho y me ven como un vallisoletano más”, indicó. Por último, y siempre barriendo para casa, tiene palabras de elogio a su Ceuta al que afirma que con “esfuerzo y sacrificio” los resultados llegaran, “este año se están haciendo las cosas bien y ojalá se consiga algo grande a final de temporada”, sentenció Anuar.